En venganza por resguardar a los músicos del sonidero que tocaba en la Alameda de Santa María La Ribera, la polémica alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, ordenó una inspección en contra de la librería y centro cultural Volcana/Lugar Común.
Este domingo tuvo lugar una manifestación encabezada por vecinos que exigen que el grupo musical que ameniza el tradicional baile en dicho parque desde hace doce años continúe, la cual sufrió la violencia de funcionarios de la demarcación y grupos de choques afines a la funcionaria.
Volcana, ubicada en la calle Manuel Carpio -lugar del enfrentamiento- abrió sus puertas para resguardar a los integrantes del sonidero, así como para proteger el equipo de sonido y los instrumentos que las autoridades de la alcaldía pretendían confiscar. Antes de la gresca, prestó su sistema eléctrico para conectar los aparatos.
Unas horas más tarde, la alcaldía Cuauhtémoc envió un citatorio a la librería, notificando que este lunes tendría lugar una inspección, sin especificar un motivo para el operativo. Por ello, pidieron a vecinos y clientes mantenerse atentos ante las acciones de los funcionarios, quienes llegaron a las instalaciones a las 11:30 de la mañana.
Sandra Cuevas justifica represión
Ante las numerosas críticas por la represión contra artistas y vecinos -muchos de ellos de la tercera edad- Sandra Cuevas compartió un video en el que asegura que los manifestantes tienen el respaldo de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, a quien responsabiliza de todas las controversias que protagoniza.
En la grabación, asegura que hay quejas por el ruido y que ofreció a los músicos otros espacios para que realicen sus demostraciones y que estos no aceptaron. Finalmente, aseguró que su administración busca imponer orden y que la respuesta contra los manifestantes será la misma.
Este lunes, compartió un segundo video de la trifulca, en el que asegura que ‘no ve’ gente mayor, pese a que una mujer de edad ya avanzada aparece en primer plano forcejeando con uno de los funcionarios de la alcaldía, quien sonríe burlón hacia la cámara.
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