Un estudio demostró que las medidas emprendidas por el actual gobierno para regularizar la terciarización del mercado laboral -también conocido como outsourcing- logró un incremento en los salarios de los trabajadores sin afectar la generación de empleos.
Los economistas Alejandro Estefan, Roberto Gerhard, Joseph Kaboski, Illenin Kondo y Wei Qian realizaron un estudio para la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos (NBER) sobre los efectos que tuvo la intervención gubernamental para frenar la subcontratación en nuestro país.
En la introducción, los investigadores reconocen que existe una tendencia mundial a la baja en lo que respecta a las ganancias de los trabajadores; así como el incremento del monopsonio -un grupo reducido de empleadores que acaparan la oferta laboral y reducen el número de vacantes disponibles pese al incremento de la demanda- tanto en países desarrollados como en vías de crecimiento.
De acuerdo con sus datos, el outsourcing incrementó considerablemente en el periodo entre 1994 y 2019, cuando las leyes se orientaban para establecer una política neoliberal. La terciarización del trabajo en el sector manufacturero, por ejemplo, se triplicó -del 7 al 21 por ciento- entre los años 2000 y 2021.
Sin embargo, la aprobación de las medidas que regulan esta práctica laboral en abril del 2021 provocó dos resultados principales: el primero de ellos fue la reducción drástica de la subcontratación; mientras que el segundo fue un incremento en los ingresos que perciben los trabajadores mexicanos.
Esto se logró sin afectar los indicadores relativos a la generación de empleos ni en la productividad general. Por el otro lado, los investigadores del NBER señalan que los efectos adversos son la reducción de las inversiones y riesgo de fuga de capitales.
con iformación de NBER.
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