La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, desenmascaró en seis pasos las motivaciones políticas que se esconden detrás del tercer dictamen de la evaluadora noruega DNV realizó acerca del derrumbe de la Línea 12 del Metro capitalino, ocurrido el 3 de mayo de 2021.
Durante una conferencia de prensa, la titular del Ejecutivo local enumeró los motivos por los cuales su administración perdió la confianza en la empresa europea, cuyas conclusiones acerca del accidente que se saldó con 26 fallecimientos se filtraron a la prensa la semana pasada.
En primer lugar, Sheinbaum destacó que una senadora del Partido Acción Nacional (PAN) retomó el diagnóstico de DNV sobre la culpa compartida de los tres gobiernos que tuvieron a su cargo la inspección y mantenimiento de la obra, presentándolo incluso ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
⭐ La Jefa de @GobiernoMX @Claudiashein desenmascara en 6 actos, la politiquería barata detrás del tercer reporte de #DNV ⭐ pic.twitter.com/3gWI48nJz0
— molotovmx (@molotovmx) May 9, 2022
El tercer acto, de acuerdo con la morenista, fue la emisión de un comunicado por parte de la evaluadora, siendo que esto no había sucedido en la publicación de los dos primeros dictámenes, el cual fue seguido por el uso de ‘granjas de bots’ que se dedicaron a convertir el documento en tendencia de manera artificial.
Los últimos dos puntos están vinculados a la intervención de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), organización fundada por el empresario Claudio X. González –creador de la actual alianza de partidos de oposición- y María Amparo Casar, colaboradora de Santiago Creel en el gobierno de Vicente Fox.
Dicha organización defendió la actuación de Héctor Galindo, abogado que actualmente asesora a DNV en el caso. El gobierno de la ciudad señaló en días anteriores un potencial conflicto de interés por parte de este último, debido a que ejerció cargos en otras administraciones y participó en una demanda contra el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador en 2012.
Por estas razones, la administración de Sheinbaum considera que existe un sesgo político en el documento emitido por la empresa noruega, al cual no solo calificó como ‘deficiente’, sino que señaló que ni siquiera cumple con los propios estándares establecidos por ellos mismos para la investigación.
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