La actual contingencia que estamos viviendo nos ha demostrado que existen algunas profesiones que requieren de una verdadera vocación de servicio a tiempo completo, como la médica, en donde el compromiso con la salud de los pacientes supera incluso a las condiciones físicas y laborales de doctores, enfermeros y técnicos.
Si bien el caso que presentamos a continuación no está relacionado con la epidemia de COVID-19 que se vive en nuestro país, si refleja la vocación de servicio de los profesionales de la salud, quienes están dispuestos a salvar la vida de sus pacientes incluso cuando su propia salud está en riesgo.
A nuestra redacción llegó la historia del doctor Miguel Ángel Arteaga, quien labora en el Hospital General de Pemex, ubicado en el municipio de Paraíso, en Tabasco. Hace unos días, el galeno comenzó a presentar síntomas relacionados con hipertensión mientras desempeñaba sus actividades.
El propio doctor fue quien descubrió que sus síntomas –vértigo, nausea, dolor de cabeza- coincidían con los de la subida en la presión arterial, a pesar de que no había sido diagnosticado con dicha condición. Por ello, fue colocado en una camilla, en donde se le administraron fármacos para estabilizarlo.
Sin embargo, su tratamiento –y su descanso- no duraron mucho, ya que se presentó una situación de emergencia que requirió su intervención. A la sala de Urgencias llegó un elemento adscrito a la Secretaría de Marina, quien presentaba una herida de bala en uno de sus brazos, el cual sangraba profusamente.
El doctor Arteaga no se lo pensó dos veces y se levantó de su camilla para ayudar al personal que atendía al militar, ya que no encontraban la forma de detener el sangrado en su extremidad. Finalmente, la hemorragia fue controlada, el paciente fue estabilizado y trasladado a un quirófano.
El médico considera que la actuación de todo el personal –incluido él mismo- logró dos cosas: salvar la vida del marino y su brazo, ya que pudo ser trasladado a la sala de operaciones para reparar el daño que presentaba en venas y arterias. Arteaga resumió la situación con la frase ‘en un momento eres paciente y al otro tienes que levantarte para ayudar a alguien’.
Con información de: Redacción.
Imagen: ESPECIAL
