Desde el interior de una prisión estadounidense, un integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) coordinó un intento por asesinar a un agente de la Agencia de Control de Drogas (DEA) con ayuda de dos mujeres desde México.
La periodista Laura Sánchez Ley (Milenio) tuvo acceso a documentos que muestran que Manuel García Gómez, operador de la organización dirigida por ‘El Mencho’ en Texas, confirmó la identidad del agente federal que testificó en su contra el 26 de junio de 2020.
A causa de la pandemia de COVID-19, los centros penitenciarios sustituyeron las visitas presenciales por videollamadas. A través de ese medio, García habló con su hermana Eva Denisse, quien le mostró la imagen de un hombre canoso, de aproximadamente 50 años de edad, al que identificó como el testigo.
El narcotraficante instruyó a su hermana a ofrecer un pago de 20 mil dólares para terminar con la vida del agente a un individuo llamado ‘Roberto’, a quien Eva Denisse entregaría 5 mil dólares de adelanto y 15 mil después de concluir el trabajo. Para completar la cifra, Manuel habló con su novia, quien también aportó una cifra considerable.
Tráfico de metanfetaminas
Manuel García Gómez y su socio Jorge Humberto Velazco cayeron en manos de las autoridades estadounidenses en mayo de 2020, señalados por su participación en una red que tráfico, procesamiento y venta de metanfetaminas con precursores introducidos ilegalmente.
El CJNG transportaba los químicos en estado líquido a través de la frontera, escondiéndolos en el interior de las llantas de vehículos. Ya en la Unión Americana, trasladaban la metanfetamina a una serie de laboratorios caseros ubicados a lo largo del estado de Texas, en donde procesaban la droga y la distribuían a narcomenudistas locales.
Para trasladar las ganancias del tráfico de estupefacientes de regreso a México, se valieron de un esquema de lavado de dinero en el que participaba una pequeña tienda de ropa llamada Yoli’s Western Wear, que utilizaba un sistema parecido al de envío de remesas para transferir los recursos en pequeñas cantidades.
Conspiración contra agente, al descubierto
De acuerdo con documentos de la corte, la declaración del agente de la DEA -identificado únicamente como ‘TH’- impidió que Manuel García consiguiera el derecho a fianza para enfrentar su proceso en libertad, por lo que buscó venganza al poner precio a la cabeza del testigo.
Sin embargo, en un primer momento ni él ni Velazco consideraron la posibilidad de que todas las videollamadas de los testigos fueran monitoreadas por el proveedor del servicio. No fue sino hasta que lograron identificar al agente que García Gómez dejó de mencionar el nombre de este.
Finalmente, el 6 de febrero de 2022, este último admitió su culpabilidad en la conspiración para asesinar a un agente federal, motivo por el cual recibió una sentencia de 10 años de cárcel en septiembre del mismo año; paralelos a los 18 que ya purga por tráfico de drogas.
Con información de Milenio.
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