Aunque él mismo aseguró en su momento que el accidente aéreo en el que falleció su secretario Juan Camilo Mouriño ocurrió a causa del ‘mal clima’, el expresidente Felipe Calderón ordenó investigar al cártel de Los Zetas y a la organización terrorista vasca ETA.
El funcionario nacido en España falleció el 4 de noviembre de 2008, cuando la avioneta en la que viajaba desde San Luis Potosí se desplomó sobre Paseo de la Reforma y Periférico, en plena Ciudad de México, provocando la muerte de otras quince personas, incluyendo al ‘zar antidrogas’ José Luis Santiago Vasconcelos.
Las investigaciones oficiales concluyeron que el accidente ocurrió debido a que los pilotos no acataron las indicaciones de la torre de control, quedando atrapados en el vórtice de un avión comercial que volaba cerca, e incluso el propio mandatario citó al mal clima como otro factor clave.
Sin embargo, una investigación de la iniciativa Archivero -que desclasifica documentos gubernamentales y en el que participa la periodista Laura Sánchez Ley– descubrió que, en realidad, Calderón ordenó investigar los vínculos de dos conocidas organizaciones con dicho siniestro.
Entre las cientos de denuncias anónimas con presunta información sobre el accidente, el panista eligió dos líneas de investigación principales: una de ellas apuntaba al cártel conocido como Los Zetas, conformado por exintegrantes de las Fuerzas Especiales del Ejército mexicano.
La segunda organización que causó alarma en Calderón fue ni más ni menos que País Vasco y Libertad (Euskadi ta Askatasuna, ETA), el grupo terrorista euskera que buscó la independencia de dicha región de España entre 1958 y 2018, el cual -según una denuncia- detectó la infiltración de agentes de inteligencia mexicanos entre sus filas.
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