En medio de la polémica que enfrenta con la Policía Estatal, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, pidió cancelar una marcha que diversas instancias convocaron para manifestar su apoyo.
A través de sus redes sociales, la mandataria agradeció la solidaridad y las muestras de cariño recibidas desde diversos sectores de Morena en la entidad, los cuales convocaron a una manifestación este sábado a las cinco de la tarde, partiendo desde el Malecón de la capital hasta el Palacio de Gobierno.
Este es el mismo recorrido de la marcha en contra de Sansores que tuvo lugar el pasado miércoles, tras negarse a despedir a su secretaria de Seguridad Pública, Marcela Muñoz Martínez, luego del escándalo por el motín derivado de un operativo fallido en la prisión de San Francisco Kobén el pasado 15 de marzo.
De acuerdo con los testimonios de los participantes, las autoridades no les indicaron a dónde iban, no les ofrecieron información clara sobre la misión -el traslado de reos de alta peligrosidad- ni los equiparon adecuadamente; desembocando en un ataque por parte de las personas privadas de la libertad.
Por todas estas circunstancias, Sansores San Román pidió cancelar la marcha en su favor, pues considera que el reclamo de los policías es legítimo y este tipo de manifestaciones no resuelve el problema, privilegiando el diálogo con los inconformes y pidiendo que respeten su postura.
Mujeres policías denuncian abusos físicos y sexuales durante motín
Ante las condiciones en las que tuvieron que desempeñar su trabajo y las posteriores agresiones sufridas durante el operativo en Kobén, elementos de la Policía Estatal exigieron la destitución de Marcela Muñoz y sus colaboradores, especialmente por parte de las agentes mujeres que participaron.
A través de entrevistas en medios de comunicación, las uniformadas relatan que fueron el primer grupo que ingresó al penal tras el contingente con equipo antimotines. Sin embargo, al llegar a una de las galeras, el escuadrón equipado recibió órdenes de trasladarse a otra sección, dejándolas desprotegidas.
Algunas de ellas narran que los reos las recibieron con tubos y piedras, además de contar con machetes y punzones como armas. Al solicitar el apoyo de los custodios, se dieron cuenta que no había nadie, por lo que emprendieron la huida, chocando con otros compañeros que también pretendían salir.
Además de los golpes con tubos y piedras, señalan que les lanzaron cubetas con excreciones. También recibieron múltiples amenazas de agresiones sexuales y hay reportes de agentes a las que los prisioneros manosearon, incluyendo a una a la que incluso le bajaron el pantalón.
