Este martes, el geopolítico mexicano Alfredo Jalife analizó el escándalo político conocido como Obamacare, pues considera que podría ser un ‘game changer’; es decir, un factor clave durante las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos y señaló que, incluso, podría afectar la reputación de los expresidentes mexicanos Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
La trama bautizada como Obamagate fue revivida recientemente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en su red social favorita escribió, simple y llanamente: OBAMAGATE.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1259561821289226248?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1259561821289226248&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.elimparcial.com%2Fmundo%2FObamagate-el-escandalo-que-involucra-a-Trump-y-llevaria-a-Obama-ante-justicia-de-EU-20200513-0133.html
Lo anterior con el objetivo de dañar la reputación del virtual candidato presidencial del Partido Demócrata, Joe Biden, quien competiría contra Donald Trump en las elecciones del próximo 3 de noviembre.
“El pegarle a Obama, pues es ya derrumbar la candidatura prácticamente de Joe Biden, quien por cierto anda escondido en un búnker y él su mayor logro era de que no hablara, porque el mismo presidente Trump se estaba infligiendo graves daños con el pésimo manejo que tuvo de pandemia de COVID-19″.
Pero ¿qué es el Obamagate?
Esta trama política es básicamente una teoría conspirativa basada en medias verdades y falsedades que involucran a Michael Flynn, el primer asesor de seguridad nacional de Trump. Flynn es el aliado de Trump que se declaró culpable, en dos ocasiones, de mentirle al FBI sobre las conversaciones con Rusia antes de que Trump asumiera la presidencia.
Trump ha asegurado que el Obamagate es ‘el mayor crimen político en la historia de Estados Unidos’, pero se ha negado a hablar de manera detallada sobre el caso, incluso cuando directamente se le pidió que lo hiciera.
De acuerdo con medios estadounidenses, los simpatizantes de Trump creen que Barack Obama, el exvicepresidente Joe Biden, el exdirector del FBI James Comey y otros funcionarios del gobierno, tramaron un complot en 2016 para espiar la campaña de Trump y socavarlo a través de la investigación de Rusia.
Se ha dicho también que, tras la salida de la presidencia de Obama, este complot continua operando en la cúspide del poder, con el objetivo de hundir la presidencia de Trump.
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