El día de ayer, la jefe de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum, reveló que cuando se enteró que la Fiscalía General de la República (FGR) estaba investigando al exsecretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta, le pidió su renuncia.
Así lo sostuvo la mandataria local en una videoconferencia de prensa desde su hogar luego de que se tuviera que aislar por haber mantenido contacto con el secretario de gobierno, Alfonso Suárez del Real, quien diera positivo a COVID-19 hace unos días.
En este mensaje, Sheinbaum subrayó que estas decisiones forman parte de la lucha que mantiene el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), contra la corrupción, pues antes los señalados podían conservar su cargo a pesar de ser objeto de investigaciones por autoridades de justicia.
“Lo importante aquí es una decisión, tanto del gobierno de México, del presidente de la República, y en nuestro caso, de que ninguna persona que esté bajo investigación o que se conozca que hay algún tema de corrupción, de conflicto de interés, pues de inmediato tiene que separarse del cargo, no puede mantenerse en el gobierno. Esa es la gran diferencia, antes la corrupción venía desde arriba”.
La FGR solicitó órdenes de aprehensión en contra de diecinueve funcionarios que laboraron en la Policía Federal durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, entre los que se encuentra el extitular de la SSC.
La dependencia a cargo de Alejandro Gertz Manero busca aprehender a estos diecinueve exfuncionarios por su supuesta participación en delincuencia organizada con la finalidad de cometer operaciones de recursos de procedencia ilícita.
Orta Martínez, junto con otros dieciocho mandos judiciales, habría desviado casi 2 mil 500 millones de pesos durante su paso por la desaparecida Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y la Policía Federal.
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