Después de que una trabajadora denunciara el influyentismo que se está dando al interior del sistema de salud con la aplicación de la vacuna COVID y sobre el pago de estímulos económicos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reaccionó y negó que dicha situación se esté dando
Todo empezó cuando una doctora adscrita IMSS causó polémica en las redes al anunciar su renuncia en protesta por el trato que los trabajadores de primera línea están recibiendo con respecto a la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 y los bonos prometidos por enfrentar dicha enfermedad.
En entrevista con Meme Yamel, la doctora Ana Paola de Cosío Farías, pediatra endocrinóloga que laboraba como trabajadora temporal del Centro Médico Nacional Siglo XXI, de la Ciudad de México reveló que renunció el pasado 31 de diciembre, tras descubrir que se está privilegiando a los administrativos la aplicación del antídoto.
La denunciante señala que, hasta el momento, no se le ha dado fecha para recibir la inmunización contra el virus, pese a que ha trabajado con pacientes COVID o sospechosos prácticamente desde su ingreso a la institución; además de que muchos de sus compañeros no han recibido la gratificación económica prometida por las autoridades.
Al cuestionar al personal administrativo sobre cuándo podría recibir la vacuna, ya que solo ella y una enfermera en su piso no han sido inoculadas, estos han respondido con largas y con excusas como que es el Ejército el encargado de elaborar las listas y los cronogramas; cuando quién conoce al personal son los propios directivos.
También cuenta que toda la información que ‘reciben’ solo son rumores y pláticas que alcanzan a escuchar en los pasillos. Relata que, en una ocasión, escuchó a su jefe directo preguntar que si los temporales también tendrían derecho a recibir la vacuna, como si su estatus de contratación los eximiera de estar en la primera línea de batalla, algo que consideró inaceptable.
Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue descubrir que varios de los administrativos del hospital que no tienen contacto directo con los pacientes COVID se estaban organizando para abordar el mismo camión que las personas que estaban en lista para vacunarse, pese a que –en teoría- no es esencial que ellos sean inmunizados.
Estas irregularidades, junto con la falta de pago de los bonos que se les prometieron por su actuación –ella solo lo recibió una vez, pero varios de sus compañeros no han sido recompensados- y la nula respuesta de las autoridades provocaron que tomara la decisión de terminar su relación laboral, hacho que ha sido apoyado por varios de sus compañeros.
Tras hacerse pública la denuncia de la doctora De Cosío, el IMSS reaccionó publicando un boletín en el que aseguraron que se está privilegiando al personal de primera línea y se trabaja para evitar que exista tráfico de influencias en la aplicación de vacunas. Sin embargo, sí reconocieron que no se han realizado los pagos de bonos, por lo que ya se realizan las gestiones correspondientes.
Durante la tarde del viernes, la directora del área de Pediatría del Centro Médico Siglo XXI, Rocío Cárdenas Navarrete, negó las situaciones denunciadas por la endocrinóloga y justificó que aún no recibiera la vacuna bajo el argumento de que ella dejó de estar en el equipo COVID desde el pasado mes de octubre, pese a que esta última señaló que atendió pacientes durante su último día.
La directora del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, Rocío Cárdenas Navarrete, negó casos de influyentismo respecto a la vacuna de #COVID19, esto, luego que una médica acusó “gandallismo” en el esquema de vacunación. https://t.co/d0GKtpJv1N pic.twitter.com/P9ZeKvo7zA
— Político MX (@politicomx) January 2, 2021
También mencionó que la doctora De Cosío estaba programada para recibir la inoculación durante las próximas semanas y se vanaglorió de que, hasta el momento, no se ha registrado ninguna denuncia por parte de los trabajadores que sí se encuentran ‘registrados’ en el frente de batalla contra el virus.
Imagen: Marca
