El grupo de personas que tienen tomadas las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el centro de la Ciudad de México sacaron a la calle archiveros que contienen expedientes con información sensible, después de que el organismo pidiera su devolución.
Este martes, Yesenia Zamudio, madre de una joven asesinada en 2016, salió al balcón que da a la calle de República de Cuba a anunciar que dichos documentos serían destruidos o sacados a la calle si nadie acudía a reclamarlos, debido a que necesitaban el espacio para atender a mujeres víctimas de violencia.
Desde la tarde del lunes, la Comisión solicitó que se les regresaran dichas carpetas, debido a que uno de los efectos de la toma de instalaciones fue, precisamente, el no poder dar seguimiento a los casos cuyos expedientes se encuentran en las oficinas del centro de la capital.
#ÚltimaHora Continúa la protesta del colectivo feminista que tiene tomadas las instalaciones de la @CNDH. Arrojan documentos a la calle, todo ante la indiferencia de su titular, Rosario Piedra, que aseguran se ha negado a atenderlos *rb pic.twitter.com/rMFgOnecSI
— La Silla Rota (@lasillarota) September 5, 2020
Aseguraron que si nadie se presentaba antes de las cinco de la tarde, los archivos serían quemados, por lo que representantes de la CNDH y la Secretaría de Gobernación acudieron para intentar establecer una mesa de diálogo con los grupos que mantienen el control del inmueble; sin embargo, fueron rechazados debido a que los ocupantes no quieren hablar con funcionarios.
No obstante, al cumplirse el plazo los archiveros no fueron destruidos, sino que fueron colocados en dos mesas que se encuentran afuera del edificio y que, en días pasados, sirvieron para exhibir ante el público lo que se encontró en las cocinas de dichas instalaciones, incluyendo pastas, pollo, pescado y cortes de carne.
Dos horas y media después, un grupo de trabajadores de la CNDH llegó al lugar, tomó los documentos, los metieron en 20 cajas, las cuales fueron subidas a un vehículo, y se las llevaron. Mientras tanto, la institución sigue buscando la forma de establecer un diálogo con los ocupantes para resolver el problema.
Con información de La Jornada.
Imagen: Twitter
