Durante las últimas semanas ha causado altas expectativas y conmoción el estreno de The Vow (El Juramento), documental producido por la cadena estadounidense HBO, el cual expone cómo vivían los miembros de la secta NXIVM, encabezada por Keith Raniere.
Hasta el momento, la serie –dividida en nueve episodios- sigue las peripecias de un grupo de integrantes de la agrupación quienes, al descubrir la existencia de un grupo secreto al interior de la organización dedicado al tráfico sexual, deciden salir de ahí y registrar sus descubrimientos ante posibles represalias por parte de Raniere y sus colaboradores.
Algunos usuarios de las redes sociales notaron que, durante la emisión del cuarto episodio –transmitido el pasado domingo 13 de septiembre- apareció un rostro conocido para la opinión pública mexicana: el del activista y empresario chihuahuense Julián LeBarón.
https://twitter.com/Gus_Cupra_R/status/1307121658134659073
El representante de la comunidad mormona LeBarón aparece con una gran sonrisa en su rostro en primer plano durante la exposición de una serie de fotografías mientras se habla sobre la manera en la que el fundador del grupo se convirtió en el líder espiritual y filosófico de una comunidad entera.
Sin embargo, la relación entre el activista y Raniere ya era conocida con anterioridad. En noviembre de 2019, cuando la atención de la opinión pública estaba sobre ellos tras el asesinato de nueve integrantes de la comunidad en el municipio de Bavispe, varios medios de comunicación indagaron sobre los antecedentes de su familia.
Entre ellos, encontraron que el líder de NXIVM viajó a México en 2011 y se reunió con los representantes de la familia, para asesorarlos tras el secuestro –y posterior asesinato- de Benjamín LeBarón. En aquel momento, sugirió a los familiares de la víctima erradicar los sentimientos de violencia y no acceder a las demandas de los captores.
De acuerdo con algunas fuentes, los LeBarón contactaron a Keith Raniere gracias a Emiliano Salinas Occelli, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien encabezaba la organización In Lak’ech por la Paz y quien ha sido señalado como uno de los operadores financieros de NXIVM, aunque aún no ha sido llamado a declarar por las autoridades de Estados Unidos.
En abril de 2012 publiqué: “ @julianlebaron y Emiliano Salinas Occelli comparten la convicción de que el mundo puede ser cambiado a partir del (…) negocio de élite denominado NXIVM” https://t.co/koPCB2Ntgm https://t.co/yfDfuTLyrm
— Julio Astillero (@julioastillero) September 19, 2020
El encuentro fue documentado por el cineasta sudafricano Mark Vicente –uno de los protagonistas de The Vow-, quien lo incluyó en el documental Encender el Corazón, financiado por la organización. Sin embargo, Julián LeBarón no fue el único activista que se vio beneficiado por los nexos con Raniere.
Según con el portal digital Slate, Executive Succes Program (ESP), el programa de reclutamiento de NXIVM también financió una parte de la Caravana por la Paz convocada por el poeta Javier Sicilia en 2011 y en la que también participó LeBarón. Ambos han buscado posicionarse como figuras relevantes de oposición hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con información de Polemón.
Imagen: ESPECIAL
