Resulta que a Manuel Velasco se le hizo ser el primer Senador-Gobernador de la Historia ¿pero cómo consiguió la hazaña?
De hecho no fue tan difícil. El pasado 24 de agosto envió una iniciativa de ley al legislativo chiapaneco para permitir que un funcionario con licencia ocupara el cargo de Gobernador del Estado, esto porque quería ir a la capital, protestar como Senador plurinominal para corresponder al generoso obsequio que le dio el Partido Verde, pedir licencia al Senado y regresar a Chiapas a concluir su gestión pero como Gobernador Sustituto de él mismo ¿fácil, no?
Chequemos los hechos
Como a medio día del 4 de septiembre, el Senador Velasco presentó la petición de licencia, se votó a mano alzada y ganó el no… ¡Bravo por MORENA, pone orden en el Senado. La Cuarta Transformación es una realidad! Vitorean las redes sociales.
Velasco, visiblemente consternado, declara en sólo 6 segundos a medios de comunicación que acatará la decisión de los Senadores.
Un par de horas después vuelve a hacer la solicitud y esta vez se la conceden con 82 votos a favor. Las redes se encienden, los intelectuales opinan… ¡Traición, MORENA sigue con los viejos vicios y le concede un capricho a Velasco!
Incluso la politóloga Denise Dresser declara en entrevista a El Financiero Bloomberg que con esto MORENA pierde toda su credibilidad en sólo un día y todavía más atrevida compara el caso Velasco con el de la Casa Blanca de Angélica Rivera, hecho que sí constituyó un delito pero que fue “purificado” por las santas manos de Virgilio Andrade, quien ungido por Peña Nieto, cuidó del muerto recién resucitado para tal fin, la Secretaría de la Función Pública.
Y en todo caso, de existir una violación a la ley se debería exigir que se abriera una investigación para esclarecer los hechos y no alardear en medios de comunicación que MORENA a perdido credibilidad total en un solo día y comparar el hecho con verdaderos delitos, lo que la estimada Dresser sabe perfectamente.
La realidad
Como cualquier legislador, Manuel Velasco hizo uso de un derecho por ley, ausentarse con licencia y es algo válido siempre que no viole alguna ley y en este caso no hay infracción, por lo que dicha licencia fue otorgada transparentemente.
Se ha llegado a decir que se cometen actos de impunidad porque los Senadores le permiten al hoy Gobernador Sustituto de Chiapas acomodar la ley y usarla a su conveniencia, pero la cuestión aquí es que no hay impunidad porque al no haber quien viole alguna ley, tampoco se necesita proteger a alguien de alguna sanción.
Así mismo, el negarle la licencia por el hecho de haber manipulado la Constitución chiapaneca hubiera sido causal de la violación de los derechos políticos del legislador, pues lo único de lo que se tiene constancia es de una reforma constitucional estatal y esto, ni es delito, ni es competencia del Senado, al menos en primera instancia.
Ahora bien, se habla de acuerdos y tal vez sí sucedieron, sin embargo estos ya no llevan un apellido, pues ¡no son al margen de la ley! que es lo que los hacia realmente cuestionables y de hecho era la principal queja del anterior régimen, que no solo hacían acuerdos, sino que se saltaban la ley y además no había castigo para nadie.
Entonces… ¿qué es lo que realmente incomoda?
Que se trata de Manuel Velasco, uno de los Gobernadores más polémicos que ha tenido el Estado de Chiapas y militante de uno de los Partidos más cuestionables, el Partido Verde, por lo que a más de uno le cae mal por “N” cantidad de circunstancias, pero esto, estimado lector, por absurdo que parezca, no es causal para negar a un legislador su derecho a pedir licencia; se habla también que la pide para regresar a la Gubernatura de Chiapas para cerrar acuerdos tras bambalinas, pero esto tampoco es causal para negar la licencia puesto que son actos de los que no se tiene constancia y tampoco se sabe si se cometerán.
¿La ley pudo haber sido manipulada?
La realidad es que sí, pero no fue en el Senado, sino en el Estado de Chiapas y no fueron los actuales Senadores los presuntos infractores, sino al menos 41 de los 46 diputados locales que representan al PRI, PVEM, Nueva Alianza y Chiapas Unido en el poder legislativo chiapaneco.
Así que ni traición, ni pérdida de credibilidad, ni acuerdos “en lo oscurito”, simplemente aplicación cabal de la ley, lo que concede derechos, incluso a Manuel Velasco Coello.
En fin, así las cosas en el Senado de la República.
