Javier Milei, presidente de Argentina, sigue demorando su mudanza de un hotel de lujo a la residencia oficial de Quinta de Olivos bajo el argumento de que ‘no le gusta’ la casa del complejo en la que vivirán sus cinco perros.
El economista de extrema derecha anunció previamente que emprendería la mudanza a la lujosa villa ubicada al norte de Buenos Aires; sin embargo, algunos medios reportan que cambió de opinión debido a que aún no están listas las remodelaciones que solicitó para albergar a sus mascotas.
Milei es propietario de cinco mastines ingleses, los cuales son clones de su primer perro y que nombró en honor de economistas liberales y neoliberales, y fuentes cercanas al mandatario aseguran que cada ejemplar pesa más de cien kilogramos, pese a que el peso promedio de la raza ronda los 73 kilos.
Estas fuentes aseguran que el motivo por el que Milei aún no toma posesión de la Quinta de Olivos es porque hay escasez en los materiales que solicitó importar para reforzar las paredes del edifico que albergará a los perros, y que el Banco Central aún no autoriza los dólares para pagar.
Mientras tanto, continuará habitando una suite de lujo en el céntrico Hotel Libertador, al cual se mudó durante la campaña presidencial. Dicho establecimiento es propiedad del empresario Eduardo Elsztain, uno de los principales beneficiarios de la privatización emprendida por Carlos Saúl Menem en la década de 1990.
La presencia de Milei en el Hotel Libertador levanta numerosos cuestionamientos, pues el gobierno aún no aclara cuanto cuesta al erario el alojamiento del presidente; además de que no hay registros de visitas -como en Olivos-, por lo que existe transparencia sobre los movimientos del funcionario.
Con información de Ámbito y La Política Online.
Imagen:
