En entrevista para Canal Catorce con el periodista Jenaro Villamil, la titular de la Secretaría de Economía (SE), Tatiana Clouthier, exigió a las voces de oposición que le encuentren y le prueben cualquier interés detrás de su llegada a la dependencia de gobierno que encabeza.
¡No sean payasos!, exclamó Clouthiuer, cuando Villamil le recordó que se decía que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) la había puesto en la SE para que se encargara de ‘esconder el litio mexicano’, en referencia al anunció de que se podría recurrir a una consulta ciudadana para decidir sobre la nacionalización del mineral.
“Yo no sabía ni del litio ni mucho menos como para andar diciendo que yo llegué a la secretaría para esconder el litio mexicano, por favor, no sean payasos”.
Agregó que sus intereses son ‘muy públicos’ y giran en torno al sector aeroespacial, en la industria eléctrica automotriz, en la médica, en la farmacéutica y en toda la parte digital, así como en los proyectos del presidente López Obrador en el sur del país como el Tren Maya y el transístmico.
La secretaria de Economía reconoció que en México, especialmente en el estado de Sonora, existen reservas de litio, aunque no como se ha especulado en los medios o por parte de mineras extranjeras, pues países como Bolivia y Chile tienen yacimientos del mineral más importantes que los del país.
En el mismo sentido, detalló que se necesita pasar primero la fase exploratoria, la cual puede tardar hasta cinco años, para poder tener mayores indicativos en cuanto a las reservas y los grados de pureza del litio que existe en el país.
La aclaración gira en torno a una supuesta ‘guerra de cifras‘ entre el Gobierno Federal y las mineras trasnacionales, según la cual el número lanzado por el Servicio Geológico Mexicano, dirigido por Flor de María Harp, difiere hasta en un mil por ciento con los otorgados por las empresas extranjeras.
De acuerdo con Harp, en México hay más de 830 mil toneladas de litio; sin embargo, la trasnacional Mining Technology presenta en sus estudios que el país azteca tiene 4.5 millones de toneladas probadas. Por su parte, la china Ganfeng Lithium asegura que hay 8.8, mientras Bacanora Lithium asegura que son 5 millones de toneladas.
Lo anterior ha generado la sospecha de que México estaría tratando de minimizar la presencia del litio para afectar los intereses de la nación entregando a las trasnacionales la industria, la cual ha sido considerada la más jugosa de los próximos años debido a la importancia del mineral en el sector tecnológico, especialmente en la fabricación de baterías para los autos eléctricos.
“Hay que tomar precauciones. Hay que ver y analizar modelos, siempre pensando obviamente en el interés nacional y donde puedes a lo mejor buscar modelos en donde dices le entramos juntos y buscar el beneficio de la nación sin asfixiarte”.
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