La expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, aseguró ser víctima de una ‘persecución política’ tras haber sido detenida este viernes, por su participación en el golpe de estado ocurrido en noviembre de 2019, que desembocó en la salida del entonces mandatario Evo Morales.
A través de su cuenta de Twitter, la política realizó una serie de publicaciones en las que acusó al actual partido en el poder, el Movimiento al Socialismo (MAS), de haber emprendido una campaña de persecución en su contra, al acusarla como responsable de un golpe de estado que ‘nunca ocurrió’.
Denuncio ante Bolivia y el mundo, que en un acto de abuso y persecución política el gobierno del MAS me ha mandado arrestar. Me acusa de haber participado en un golpe de estado que nunca ocurrió. Mis oraciones por Bolivia y por todos los bolvianos.
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) March 13, 2021
Unos minutos más tarde, afirmó –en la misma plataforma- que el MAS decidió volver a los estilos de una dictadura, en un momento en el que Bolivia necesita libertad y soluciones; reiterando su acusación de ser víctima de abusos por parte del gobierno que encabeza el economista Luis Arce Catacorra.
La persecución política ha comenzado. El MAS ha decidido volver a los estilos de la dictadura. Una pena porque Bolivia no necesita dictadores, necesita libertad y soluciones.
Pueden descarga la denuncia con la que pretenden perseguirnos: https://t.co/eVQKCMtcui
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) March 12, 2021
Áñez se autonombró presidenta el 12 de noviembre, tras las renuncias de Evo Morales y de la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, en una polémica sesión legislativa en la que recibió el nombramiento pese a no contar con el quorum necesario para realizar la votación; además de que el órgano legislativo aún no aceptaba formalmente la dimisión de Salvatierra.
Unos días más tarde, emitió una serie de decretos en los que exoneró de manera anticipada a los elementos de las Fuerzas Armadas que participaran en la ‘pacificación’ del país. Esto desembocó en las masacres de Sacaba y Senkata, ocurridas entre el 15 y el 19 de noviembre en el departamento de El Alto.
Después de que la cobertura inicial por parte de los medios de comunicación encubriera los enfrentamientos para justificar la actuación del Ejército, instancias nacionales e internacionales –como la Defensoría del Pueblo de Bolivia, la Universidad de Harvard y la Corte Interamericana de Derechos Humanos- emitieron reportes en los que revela que las fuerzas del orden incurrieron en violaciones a las garantías individuales y en crímenes de lesa humanidad.
Aunque originalmente se había planteado participar en las elecciones de octubre de 2020, Jeanine Áñez tuvo que renunciar a sus aspiraciones ante la poca popularidad que tenía, entregando el poder el 8 de noviembre, tres semanas después de que el socialista Luis Arce ganara en la primera vuelta de los comicios, con el 55 por ciento de los votos.
Imagen: Perfil
