Pese a la presión ejercida por Estados Unidos y Canadá, la política de México en materia energética no viola lo establecido en el actual tratado comercial de América del Norte (T-MEC), pues uno de sus capítulos reafirma la soberanía de nuestro país en este aspecto.
Luego de que ambos países anunciaran que solicitarán consultas porque consideran que el rumbo emprendido por el gobierno mexicano afecta los intereses de sus empresas, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado al respecto durante su conferencia de prensa matutina, la cual tuvo lugar en Puerto Vallarta.
El mandatario reiteró -como ya hizo en días pasados- que no hay nada de qué preocuparse al respecto, pues el capítulo 8 del tratado establece que México conservará su dominio directo y propiedad inalienable sobre los hidrocarburos que se encuentren dentro de su territorio nacional.
Dicho capítulo consta de un solo artículo, con dos apartados. En el primero de ellos se establece que las tres naciones firmantes del acuerdo confirman su pleno respeto a la soberanía de los otros países con respecto a lo abordado en esa parte del tratado.
El segundo obliga a Estados Unidos y Canadá a reconocer que México tiene el derecho de modificar su Constitución y su marco legal y que tiene el dominio directo y la propiedad de todos los recursos derivados de hidrocarburos que se encuentren en su territorio, plataforma continental y la zona exclusiva ubicada fuera del mar territorial mexicano; a lo que ambas naciones accedieron al firmar el acuerdo.
Durante su comparecencia ante los medios, el tabasqueño señaló que el equipo negociador del gobierno anterior había acordado en dicho capítulo la entrega del petróleo de nuestro país a las compañías estadounidenses y canadienses, por lo que una de sus primeras acciones fue instruir que se garantizara la soberanía de México sobre sus recursos energéticos.
Como resultado de esta acción, el equipo negociador de la Unión Americana se inconformó, deteniendo las conversaciones durante dos semanas. También acusó a estos de ocultar las exigencias mexicanas al entonces presidente Donald Trump y que este les dio el visto bueno.
Tras el revuelo mediático provocado por las solicitudes de consultas de Estados Unidos y Canadá -quienes argumentan que las políticas energéticas son ‘discriminatorias’ contra sus empresas por darle prioridad a Pemex y CFE- los opositores del mandatario han aprovechado la situación.
Al respecto, López Obrador se manifestó sorprendido por la cantidad de personas que prefieren defender los intereses de empresas privadas y países extranjeros antes que los de su propio país, a quienes calificó como ‘traidores a la patria’.
Con información del Gobierno de México.
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