El ministro de Salud de Argentina, Ginés González García, se vio forzado a presentar su renuncia después de que se supo que habría permitido que personas ajenas al sistema de salud fueran vacunadas contra el COVID-19. Sin embargo, este no es el primer país de Latinoamérica que presenta un escándalo así, ya que también se dio en Perú.
La polémica estalló después de que el periodista Horacio Verbitsky reveló que fue inmunizado tras contactarse con el funcionario, a quien describió como un ‘viejo amigo’. Este le habría indicado que acudiese al Hospital Nacional Posadas, ubicado al oeste de Buenos Aires, para recibir una dosis.
No obstante, antes de partir hacia el centro de salud afirma que recibió un mensaje del secretario particular de González, quien le señaló que se dirigiera a las oficinas del Ministerio, ya que ahí se encontraba un equipo de vacunación. Verbitsky corroboró que los vacunadores ya se encontraban en el lugar.
Tras la revelación por parte del periodista y activista, la cual causó un gran impacto en la opinión pública, el presidente Alberto Fernández le pidió al ministro su renuncia, la cual fue entregada este viernes. En ella, González García asegura que se trató de un error cometido mientras él estaba fuera de la ciudad, pero que igualmente asumirá la responsabilidad por ello.
“Ayer me vacuné”. Con estas palabras ha comenzado el mayor escándalo hasta la fecha por el plan de vacunación contra la covid en Argentina: en el Ministerio de Salud funcionaba un vacunatorio VIP donde se vacunaba a privilegiados con buenos contactos https://t.co/TJpYB0RlME
— EL PAÍS (@el_pais) February 20, 2021
Después de recibir la dimisión de Ginés González, el gobierno argentino dio a conocer que el Ministerio de Salud pasará a manos de Carla Vizzotti, quien hasta ayer se desempeñaba como secretaria de Acceso a la Salud.
El escándalo de las ‘vacunas VIP’ –como lo ha denominado la prensa local- se da unos días después de que se supiera que más de 460 personajes de alto perfil fueron vacunados contra el virus en septiembre pasado en Perú, caso que ha sido bautizado como el ‘Vacunagate’.
En esta última situación, la polémica comenzó después de que se supo que el expresidente Martín Vizcarra –obligado a renunciar en noviembre por corrupción- y su esposa habrían sido inoculados desde el pasado mes de septiembre, a través de un cargamento de la vacuna china Sinopharm.
Oficialmente, el gobierno peruano –actualmente encabezado por Francisco Sagasti- logró firmar un convenio con dicho laboratorio el pasado 7 de febrero, cuando adquirió 300 mil dosis de dicho producto para iniciar el proceso de vacunación entre los trabajadores del sector salud.
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Sin embargo, Vizcarra, sus familiares y un gran número de políticos y otras personalidades ya habían sido inmunizados varios meses atrás, gracias a un embarque secreto de 3 mil 200 vacunas enviado junto con un cargamento que iba a ser utilizado para realizar las pruebas correspondientes, debido a que aún se encontraba en fase experimental.
Después de que Vizcarra confirmó que había sido vacunado, el Congreso citó a declarar a un gran número de funcionarios. Entre ellos se encontraba el doctor Germán Málaga, responsable de aquel ensayo clínico, quien señaló que todos los ministros del gobierno y personas ajenas a este también fueron inmunizados.
Málaga reveló que el no tuvo acceso a las vacunas administradas a los funcionarios, ya que le entregó estas a un ‘oficial de enlace’; sin embargo, si fue el encargado de administrar a ‘personas relacionadas’ que, en algunos casos, no tenían ningún peso estratégico, como Antonio Aguinaga –doctor del expresidente Alberto Fujimori- o el nuncio apostólico Nicola Girasoli.
