Omar Gómez Trejo, titular de la Unidad Especializada para Investigar y Litigar el Caso Ayotzinapa (UEILCA) dejó su cargo en medio de las recientes polémicas en las investigaciones. El presidente Andrés Manuel López Obrador fue el encargado de confirmar la renuncia del funcionario.
Durante su conferencia de prensa matutina, el mandatario anunció que el fiscal que investigaba la desaparición de los 43 estudiantes normalistas debido a que ‘no estaba de acuerdo’ con la forma en la que se manejaron las órdenes de aprehensión contra 83 personas vinculadas al hecho.
También señaló que, pese a este contratiempo, su administración seguirá adelante con el esclarecimiento del caso. Pese a las presiones que llegan desde fuera, prometió a los padres de los jóvenes desaparecidos que continuarán y que la Fiscalía General de la República (FGR) nombrará a un nuevo responsable de la UEILCA.
Irregularidades en el caso Ayotzinapa
La salida de Gómez Trejo como fiscal especial se da en medio de una serie de controversias que enlodaron el octavo aniversario de la desaparición de los normalistas, que ponen en tela de juicio la actuación de la FGR y de su titular, Alejandro Gertz Manero.
Desde hace semanas, columnistas de diversos medios de comunicación ya avisaban sobre un inminente rompimiento entre ambos funcionarios, tras el cual el fiscal general se habría dedicado a obstaculizar de diversas maneras las labores de la UEILCA.
De acuerdo con estas versiones, Gertz dio la orden de retirar a los trece policías ministeriales asignados a la Unidad Especial a mediados de agosto, cuando Gómez se encontraba en Israel intentando negociar la extradición de Tomás Zerón de Lucio -una de las piezas clave del caso- con las autoridades de aquel país.
La semana pasada también surgieron dos polémicos obstáculos al trabajo del fiscal especial. El primer fue el retiro de 21 de las 83 órdenes de aprehensión contra probables implicados en la desaparición de los estudiantes, la cual fue solicitada al juez directamente por la FGR, sin consultar a la UEILCA.
El segundo fue la filtración de la carpeta que la Comisión de Verdad y Justicia entregó a la Fiscalía para su judicialización. La columnista Peniley Ramírez hizo públicos algunos de los detalles más grotescos del asesinato y destrucción de evidencias, información que ya estaba en posesión de los familiares.
Con información de Sin Embargo.
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