Las filtraciones que el colectivo de hacktivistas Guacamaya publicó la semana pasada revelaron que el general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, intentó influir en las investigaciones sobre los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014.
Entre los documentos publicadas se encuentran una serie de cartas que el militar envió al presidente Andrés Manuel López Obrador para evitar que mandos y soldados adscritos al 27 Batallón de Infantería -con sede en Iguala- fueran cuestionados por su presunta participación en los hechos.
Entre los señalados se encuentra el capitán José Martínez Crespo, uno de los altos mandos de dicha unidad, cuyo nombre aparece en testimonios del caso como uno de los enlaces entre las Fuerzas Armadas y el cártel Guerreros Unidos, motivo por el cual se convirtió en el primer militar detenido en noviembre de 2020.
En la misiva, que data del 18 de enero de 2021, el general Sandoval compartió la declaración del imputado, añadiendo que solamente es sospechoso en el caso por dos testimonios y que las investigaciones a su patrimonio personal no encontraron ninguna irregularidad que permita sospechar de su participación.
En una segunda carta, del 30 de marzo de ese mismo año, el titular de la Sedena manifestó su oposición para cumplir con la revisión de la recomendación 15VG/2018 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), fuertemente criticada por sus deficiencias y su apego a la ‘Verdad Histórica’ creada por el gobierno anterior.
Sandoval rechazó interrogar a los integrantes del 27 Batallón de Infantería debido a que el Ejército ‘ya accedió’ a varias solicitudes de información realizadas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y la Comisión de Verdad y Justicia del caso Ayotzinapa y pidió que se reconozcan los aportes de su dependencia.
Con información de Proceso.
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