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Dresser responde tras expulsión de la marcha del 2 de octubre

La politóloga Denise Dresser asegura que jamás pensó que sería blanco de insultos en el Zócalo luego de que los estudiantes que participaron en la marcha por el 54 aniversario del 2 de octubre rechazaron su presencia. El presidente Andrés Manuel López Obrador, por su parte, pidió que los debates se den de forma pacífica.

A través de su columna en el periódico Reforma, la académica relató su experiencia en la manifestación del domingo, en donde jóvenes universitarios que conmemoraban el final del movimiento de 1968 la increparon y acusaron de ser cómplice del neoliberalismo y de colgarse de causas sociales.

En el texto, Dresser aseguró que nunca pensó que viviría en un país en el que la insultaran por oponerse a la militarización y advirtió a sus críticos que también tiene derecho a manifestar sus opiniones y los acusó de ‘poner en riesgo’ el pluralismo democrático, que era lo que buscaban los integrantes del movimiento estudiantil.

También aseguró que sus críticas hacia el mandatario son mayores debido a que votó por él en las tres ocasiones en las que se presentó como candidato a la presidencia y que eso le confiere una mayor responsabilidad para señalar los errores y las ‘pulsiones antidemocráticas’ del tabasqueño.

Finalmente, afirmó que no abandonó la plancha del Zócalo por ‘cobardía’ sino para evitar actos de violencia contra las personas que la acompañaban, entre las que estaban madres buscadoras del colectivo Hasta Encontrarlos, que en días pasados participó en una protesta contra la militarización en la Estela de Luz.

AMLO pide dejar de lado la hipocresía

Cuestionado sobre el incidente protagonizado por Denise Dresser, el presidente señaló que debe continuar el debate que antes no existía, pues únicamente se escuchaba la opinión del régimen y los intelectuales que los apoyaban, que son los mismos que pensaban que la transformación del país solo era un ‘eslogan’ publicitario.

El engaño de un ‘cambio democrático’ en el 2000 propició que algunos de estos personajes pensaran que ocurriría lo mismo durante su mandato, por lo que les cuesta aceptarlo y, además, se sienten ofendidos tras perder los privilegios de los que gozaban en el régimen anterior.

Por ello, ahora se sorprenden cuando salen a las calles y se topan con la oposición de la gente, tal como también lo señaló la escritora Sabina Berman en un tuit sobre el incidente de Dresser, pues antes dejaban de lado al pueblo y afirmaban que la política era una cuestión que correspondía únicamente a los políticos.

Por todas estas razones considera que el debate debe continuar, pero siempre manteniendo el respeto. También llamó a rechazar el maniqueísmo -el creer que todo es blanco o negro- y la hipocresía de quejarse solo cuando conviene y quedarse callados cuando no.

Con información de Reforma.

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