Las denuncias

Manuel Limón sigue participando en el Congreso mientras hace campaña para el sindicato petrolero

Pese a que la legislación vigente prohíbe que los legisladores ejerzan otro cargo público durante su mandato, Manuel Limón Hernández continúa compaginando sus actividades como diputado con su campaña por mantener de manera permanente la secretaría general del Sindicato Petrolero.

Tan solo la semana pasada, el congresista –que llegó al cargo por la vía plurinominal- del Partido Revolucionario Institucional (PRI) participó en una docena de votaciones, incluyendo la relativa a la despenalización de la marihuana y sus derivados, en la cual votó en contra del proyecto de ley que finalmente se aprobó.

Sin embargo, al mismo tiempo continúa realizando campaña en su papel de secretario interino, con miras a retener el cargo de manera permanente en las elecciones que deberían celebrarse este año. Diversos reportes periodísticos señalaron que el pasado 7 de enero realizó una reunión con todos los líderes de sección afines a Carlos Romero Deschamps para buscar su apoyo.

La secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, también ha colaborado a mantener un clima de incertidumbre acerca del estatus de Limón. El año pasado, aseguró que el cargo temporal no era oficial y, de hecho, se ha negado a realizar la toma de nota que legitimaría al diputado como líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).

Sin embargo, su dependencia tampoco ha emprendido las medidas necesarias, ni para retirarle el nombramiento, ni para convocar a un nuevo proceso electoral, ni para garantizar que este sea libre y democrático, dejando a la agrupación gremial en una especie de ‘limbo jurídico’.

Manuel Limón Hernández ha desempeñado la mayor parte de su carrera sindical a la sombra de Romero Deschamps, ocupando diversos cargos durante el mandato de este, entre ellos el de consejero general de Vigilancia del Comité Ejecutivo (1995-1996 y 1997-2006) y tesorero (2006-2018).

Mientras desempeñaba la primera asignación fue implicado en el escándalo conocido como el Pemexgate, en el que más de mil millones de pesos de la petrolera fueron desviados –a través del sindicato- para la campaña del candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida Ochoa; acusaciones contra las cuales se amparó.

Pese a los impedimentos legales que debería enfrentar, Limón Hernández cobra un salario de 74 mil 528 pesos mensuales, que prácticamente se duplica con la inclusión de apoyos legislativos. Estas cifras se complementan con su sueldo como empleado de Pemex, el cual asciende a 31 mil 176 pesos gracias a dos plazas en Pemex Refinación.

De acuerdo con el abogado Juan Santos Oliva, representante legal de agremiados disidentes, Pemex debería suspender a Limón como empleado y representante sindical por el tiempo que dure su encargo como diputado. Igualmente, el Congreso de la Unión debió haber tomado cartas en el asunto y analizar su caso; sin embargo, nada de esto sucedió y el secretario cobra ambos sueldos.

Con información de la Cámara de Diputados, El Universal, Aristegui Noticias y Expansión Política.

Imagen: Energy & Commerce

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