Las denuncias

Luis Videgaray, el operador de Felipe Calderón en la administración de Enrique Peña Nieto

Uno de los temas que ha dominado la agenda política de esta semana es la filtración de la declaración firmada de Emilio Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), quien implicó a varios senadores del PAN, PRI y PRD en el escándalo de los sobornos para la aprobación de la Reforma Energética.

Sin embargo, hay otra parte del documento que no fue abordada por los principales medios de comunicación del país y es la que vincula a los operadores políticos y financieros de Enrique Peña Nieto con las políticas y proyectos energéticos iniciados durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.

Cabe recordar que la constructora brasileña Odebrecht, señalada por haber entregado más de 10 millones de dólares para financiar la campaña presidencial de Peña y asegurar contratos en su administración, había iniciado su penetración en México a través de uno de los proyectos más polémicos del calderonismo: la planta de etano Etileno XXI.

Once de las 60 páginas de las que consta la declaración de Lozoya relatan las irregularidades técnicas, logísticas y legales en las que el gobierno de Calderón incurrió para otorgar la exclusividad de la producción a Braskem –filial de Odebrecht- y como estuvieron involucrados funcionarios de la administración peñista, quienes se comprometieron a continuar con el proyecto.

En la elaboración y aprobación del proyecto Etileno XXI habrían participado personajes como José Antonio Meade, José Antonio González Anaya y el senador Ernesto Cordero (PAN). De acuerdo con el exdirector de la petrolera, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, le mencionó que Braskem había otorgado sobornos entre 2010 y 2012 y que habría quedado a deber a dichos personajes.

Por ello, Odebrecht se comprometió a aportar 84 millones de dólares para terminar de cubrir dichos gastos a cambio de que el gobierno de Peña se comprometiera a prorrogar la concesión del convenio. Videgaray aprovechó la oportunidad y entregó el dinero a cambio de garantizar que se apoyara la aprobación de las reformas estructurales propuestas por Peña Nieto.

Sin embargo, Etileno XXI y la política energética no son los únicos vínculos que relacionan al extitular de Hacienda con Felipe Calderón, ya que también hay una conexión familiar entre ambos, que pasa por la familia Gómez del Campo.  Resulta que la esposa de Videgaray, Virginia Gómez del Campo es familiar de Margarita Zavala, esposa del exmandatario.

La ex primera dama no es la única figura relevante del clan Gómez del Campo. Su sobrina, Mariana Gómez del Campo, es la encargada de asuntos internacionales del PAN; mientras que sus hermanos Juan Ignacio y Diego Hildebrando también han figurado en la agenda pública. El primero, por su matrimonio con María Scherer, heredera del semanario Proceso; mientras que el segundo es recordado por la participación de su empresa en las irregularidades en las elecciones de 2006.

También forma parte de este grupo Altagracia Gómez del Campo Tonella, titular de la Guardería ABC de Hermosillo, en donde fallecieron 49 menores el 5 de junio de 2009; y, finalmente, Lourdes Laborín Gómez del Campo es la esposa de Eduardo Bours, quien era el gobernador de Sonora en el momento de la tragedia y que otorgó la concesión pese a la falta de medidas de seguridad.

Hace una semana, el periodista Manuel Hernández Borbolla (RT en Español) reveló que la compra de acciones de la empresa española Repsol durante el gobierno de Calderón provocó pérdidas por 33 mil millones de pesos; mayor al desfalco de la Estafa Maestra, Etileno XXI, la Estela de Luz, Fertinal y Agronitrogenados juntos (26 mil millones de pesos).

Con información de La Octava, Infobae y Debate.

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