Kimberly-Clark de México, empresa vinculada a la familia de Claudio X. González, fue una de las principales beneficiarias del periodo neoliberal en México, durante el cual se le concedieron hasta cinco concesiones de explotación de agua, extrayendo más de 29 millones de metros cúbicos al año.
De acuerdo con un reportaje elaborado por el portal Contralínea, la compañía encabezada por Claudio X. González Laporte –padre del activista y figura de la oposición- y Valentín Díez Morodo (Banamex, Grupo Modelo) se hizo con los derechos de explotación del líquido en regiones que enfrentan problemas de contaminación y desabasto.
Estas concesiones están ubicadas en estados como Querétaro, Coahuila, Veracruz, Estado de México y Tlaxcala. La más grande es la que se encuentra abastece a la planta que la empresa tiene en San Juan del Río, la cual tiene acceso a la explotación de 14.1 millones de metros cúbicos de manera anual.
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Le sigue la de Iztaczoquitlán, Veracruz, con 10.6 millones de metros cúbicos de agua. En ambos casos, activistas, políticos y académicos han señalado el daño ecológico que las actividades industriales de Kimberly-Clark han provocado en los ríos San Juan y Blanco, fuentes de agua vitales en sus respectivas regiones.
Las siguientes dos grandes concesiones con las que cuenta la compañía se encuentran en lugares que enfrentan serios problemas de abasto de agua: Coahuila –una región desértica- y el Valle de México, de donde esta extrae poco más de 4.7 millones de metros cúbicos de agua, pese a las dificultades para que la población local tenga acceso a este servicio.
La cantidad de líquido que Kimberly-Clark obtiene de manera anual gracias a estas cinco concesiones podría solucionar la distribución de agua potable en poblaciones que rondan los 500 mil habitantes, como Mazatlán (Sinaloa) o Ixtapaluca (Estado de México); así como a alcaldías de la Ciudad de México como Cuauhtémoc o Venustiano Carranza.
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Sin embargo, la explotación y la contaminación de recursos propiedad de la nación no son los únicos problemas ocasionados por estos convenios, los cuales datan del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, sino que la empresa de la familia González también se ha hecho de fondos procedentes del erario público para sus fábricas.
Durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, Kimberly-Clark consiguió hasta 39 millones de pesos por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para financiar el desarrollo y mejoramiento de sus procesos industriales en productos como pañales, papel higiénico o sustitución de materias primas de alto impacto.
El más grande de ellos fue otorgado en 2009, cuando el actual diputado –y exgobernador de Guanajuato- Juan Carlos Romero Hicks encabezaba el órgano rector del desarrollo científico del país. El Consejo les otorgó 26.4 millones de pesos para mejorar la producción en línea de sus pañales.
Con información de Contralínea.
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