Durante los últimos días, diversos sectores han manifestado su opinión con respecto a la contratación de deuda por parte del gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se ha opuesto tajantemente, para hacer frente a la crisis económica provocada por el coronavirus.
Pero ¿quiénes son estos personajes? Durante la emisión de su programa del viernes, la periodista Meme Yamel (La Neta Noticias) y el economista José Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) encontraron un vínculo entre los medios que proponen dicha medida y los grandes grupos empresariales que exigen privilegios fiscales.
De acuerdo con lo mencionado por el académico de la UNAM, las principales corporaciones del país adeudan más de 80 mil millones de pesos, incluyendo las quince empresas mencionadas por López Obrador en días pasados, cuyas obligaciones fiscales no cubiertas ascienden a 50 mil millones de pesos.
Además de compañías como Interjet, Walmart, Bancomer o Grupo México, medios de comunicación como Televisa, Excélsior (Grupo Imagen), Grupo Radio Centro y El Universal también se encuentran en dificultades económicas; y es, precisamente, desde estas plataformas que se está orquestando una campaña para presionar al presidente a contratar deuda, a pesar de los estragos que esta ya ha causado en la economía.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), tan solo en 2019 se destinaron 666 mil 478 millones de pesos del gasto público a pagar únicamente los intereses de la deuda contraída por los gobiernos anteriores; cifra superior a la destinada al sector salud (575 mil 328 millones) y a los proyectos productivos 564 mil millones).
Los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa multiplicaron de manera sustancial la deuda pública del país. Cuando el expanista accedió a la presidencia, esta equivalía al 18.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Durante su administración, el porcentaje prácticamente se duplicó (33.8 por ciento); mientras que con Peña alcanzó el 46.1 por ciento en 2018.
A pesar de las consecuencias que el endeudamiento ya acarrea para el país, los promotores de esta idea insisten en que esta es la forma de rescatar al país y, más concretamente, a sus empresas. Otra cosa que tampoco mencionan son las implicaciones de solicitar un crédito ante instituciones como el Fondo Monetario Internacional.
Si México aplicara para obtener un préstamo por parte del FMI, tal como hicieron Colombia y El Salvador en semanas anteriores, nuestro país se vería obligado –de acuerdo con el artículo 4 de dicha institución- a modificar su programa económico para 2022, lo cual sepultaría la política social de López Obrador.
Con información de La Neta Noticias y La Jornada.
Imagen: W Radio
