Las denuncias

Denuncian hostigamiento, abusos y acoso sexual hacia policías y ciudadanos de Progreso

Agentes y personal administrativo de la Policía Municipal de Progreso (Yucatán) rompieron el silencio y denunciaron todas las irregularidades cometidas por el director de dicha corporación, Emilio Raúl Caamal Gutiérrez, las cuales incluyen abuso laboral, hostigamiento y acoso sexual.

El pasado lunes, los denunciantes se manifestaron frente al Palacio de Gobierno de Mérida, acompañados de la abogada Dariana Quintal, para solicitar una audiencia con el gobernador Mauricio Vila Dosal y que el gobierno de la entidad intervenga e investigue las irregularidades del ‘Comandante Cobra’.

Entre los señalamientos en contra del funcionario se encuentran intentar obligarlos a firmar sus renuncias y, cuando los elementos se negaron a ello, fueron detenidos por algunos de sus compañeros y detenidos de manera ilegal. Una vez dentro de las celdas, fueron golpeados por algunos de los elementos.

Uno de los agentes que fue víctima de tortura, Jair Ávila Muñoz, reveló que uno de los actos cometidos por Caamal que lo llevó a manifestar su inconformidad tiene que ver con las multas de tránsito. El policía señaló que el comandante detectaba automóviles que encontraba ‘agradables’ y hacía que los oficiales los llevaran al corralón.

Una vez ahí, imponía multas elevadas, difíciles de pagar para los propietarios y, cuando estos no podían recuperar sus vehículos, los vendía, quedándose con las ganancias. Para ilustrar el caso señaló que, cuando ingresó a la Policía, el depósito contaba con más de 3 mil 500 unidades; mientras que actualmente solo quedan dos centenas de coches y 400 motocicletas.

Agregó que el castigo por no acceder a validar sus despidos sin consecuencias para la corporación era realizar ‘trabajos forzados’ en turnos suplementarios sin paga, en donde se les explotaba y se les asignaban labores que no les correspondían a ellos, como la limpieza de los baños.

Con respecto a las denuncias por presuntos delitos de índole sexual, trabajadoras del sector administrativo señalan que habían escuchado rumores al respecto, pero no pudieron corroborarlo hasta que ellas mismas fueron víctimas del mando policial.

Una de ellas mencionó que sufrío hostigamiento por parte de Caamal desde el primer día en que ingresó a laborar a la corporación, pues este intentó tocarla inapropiadamente cuando ingresó a su oficina. Al rechazar el acercamiento del comandante, este la amenazó a ella y a su madre, quien sufre de una discapacidad.

Al continuar sin acceder a sus insinuaciones, le requisó el teléfono para compartir imágenes y videos íntimos de ella y su pareja; denuncia que fue corroborada por uno de los agentes, quien sufrió el mismo trato.

Otra de las mujeres afectadas por el comportamiento del funcionario señaló que este hizo instalar un sistema de cámaras en las instalaciones, con el objetivo de mirar a las mujeres en baños, dormitorios y vestidores; y que incluso suele llamar a amigos suyos y otros agentes para que las observen, denominando esto como ‘la hora del show’.

Las denunciantes señalaron el caso de otra compañera suya, quien también sufrió acoso por parte del comandante; en ese caso el hostigamiento fue aún peor, pues amagó a su víctima con un arma de fuego para intimidarla. Quintal señaló que esa mujer decidió no acudir a la protesta, probablemente por miedo a las represalias.

Junto con la abogada también se encuentra asesorando a los policías inconformes Juan Herrera Zapata, quien estaba a cargo de la oficina de Asuntos Internos del Ayuntamiento. Sin embargo, cuando Caamal se enteró del apoyo a los policías, procedió al despido de este, con ayuda del personal municipal, fabricándole documentos falsos.

Finalmente, se presentó el caso de una ciudadana que fue detenida ilegalmente por la policía de Progreso hace unos meses. En este caso, la mujer exigía que las autoridades le brindaran atención médica a su hermana, quien resultó herida en una riña con una vecina; sin embargo, en lugar de trasladarla a un centro de salud la detuvieron y evitaron que fuera atendida.

Al enterarse de esto, la mujer –de nombre Carolina- acudió a las instalaciones policiacas, en donde le aseguraron que su hermana ya había sido canalizada; no obstante, durante horas permaneció sin que se le informara sobre el estado de la víctima, por lo que recurrió a la Comisión de Derechos Humanos.

El funcionario que la atendió por teléfono le sugirió que, si seguían sin atenderla, grabara el incidente. Ni con el teléfono en la mano procedieron a darle informes, pero si llamaron a los agentes para que la detuvieran. Afortunadamente, logró entregar el dispositivo a su hermano, por lo que cuenta con evidencia de los abusos sufridos.

Estas denuncias se dieron unos días antes de que el alcalde Julián Zacarías Curi, asumiera su segundo mandato al frente de Progreso. Pese a la preocupación que las acusaciones en contra de Caamal han generado entre sectores empresariales del municipio, el edil no se ha manifestado al respecto.

Con información de El Tizón y Diario de Yucatán.

Imagen: El Pregón Yucateco

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