El gobierno entrante del estado de Morelos, encabezado por Cuauhtémoc Blanco Bravo, ya comenzó a detectar problemas tras su entrada al poder esta semana. Después de que la administración de Graco Ramírez se blindara al no realizar la entrega-recepción de documentos, el nuevo equipo ya descubrió varias irregularidades.
Una de ellas fue la falta de 300 millones de pesos de las cuentas de la Secretaría de Obras Públicas de la entidad, así como anomalías en diversas construcciones que emprendió el anterior gobierno estatal, sobre todo en algunas que fueron destinadas para el poder judicial morelense.
Este hallazgo fue realizado por el nuevo titular de la dependencia, Fidel Giménez Valdés, quien anunció que, entre las obras en las que se detectaron irregularidades se encuentran el nuevo edificio del Congreso local, el Tribunal Unitario de Justicia para Menores y la sede del Tribunal Superior de Justicia, ubicado junto al penal de Atlacholoaya.
En obras públicas, detectan las primeras anomalías de Graco Ramírez https://t.co/LNbUv08UCL
— Proceso (@proceso) October 5, 2018
De acuerdo con Giménez, su antecesora –Patricia Izquierdo Medina- no realizó la entrega de documentos, sino que solo dejó una tarjeta informativa. Tras detectar todas estas anomalías, anunció que los auditores ya se encuentran trabajando para elaborar un diagnóstico sobre las obras problemáticas que les ‘heredó’ la administración de Graco Ramírez.
Finalmente, el encargado de Obras Públicas de la entidad manifestó que cientos de personas se han dado cita durante los primeros días del nuevo gobierno para denunciar la falta de infraestructura en sus comunidades, por lo que se han dado a la labor de atenderlas de forma cercana, tal como quiere Cuauhtémoc Blanco.
Con información de Proceso.
