El estado de emergencia impuesto por el gobierno de Dina Boluarte en Perú ya está tomando tintes dictatoriales, luego de que la Policía Nacional violó la autonomía universitaria para detener a 200 manifestantes al interior de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
El pasado viernes, miles de personas de todos los rincones de Perú participaron en la ‘Toma de Lima’, una manifestación masiva para expresar su rechazo a la mandataria -y a todo el sistema político- que tuvo como sede principal el campus de la máxima casa de estudios del país andino.
De acuerdo con un comunicado emitido por las propias autoridades universitarias, solicitaron la intervención policial luego de que un grupo de activistas desalojó a los cuerpos de seguridad de la institución y tomó el control, tanto de los accesos como del equipo de comunicación de estos.
La UNMSM aclaró que únicamente solicitó la liberación de las puertas, por lo que condenó la actuación de los cuerpos de seguridad y su abuso de autoridad contra los estudiantes que habitan la Residencia Universitaria, contra quienes utilizaron incluso una tanqueta, deteniendo a 200 personas y causando cuantiosos daños materiales.
De igual forma, reprocharon la intervención de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) en una manifestación y exigieron la liberación de los estudiantes y la reparación de los daños físicos a la infraestructura ‘sanmarquina’. Usuarios de redes sociales denunciaron que, además de la policía, el Ejército desplegó un perímetro alrededor del campus.
Este es el último episodio en la crisis política de Perú, iniciada el pasado 7 de diciembre, tras la detención del expresidente Pedro Castillo. Diversas fuentes estiman que, desde el inicio de las protestas, 60 personas perdieron la vida, incluyendo 45 manifestantes.
Con información de Sopitas.
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