Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, inició una ‘purga’ al interior de las Fuerzas Armadas por su tardía intervención en el asalto a los edificios de gobierno del pasado 8 de enero, incluyendo al comandante de dicho sector.
Diversas fuentes internacionales afirman que el mandatario tomó la decisión de prescindir del general Julio César de Arruda, titular del Ejército sudamericano, tras una reunión con los altos mandos castrenses, celebrada en el Palacio de Plantalto -uno de los blancos de los golpistas- este viernes.
De igual forma, informaron que el nuevo comandante del Ejército será Tomás Ribeiro Paiva, hasta hoy titular de la región militar del Sureste -con sede en Saõ Paulo- quien declaró en su presentación que el papel de las Fuerzas Armadas es el de defender la democracia y la alternancia política.
El despido de Arruda es el último en el proceso de limpieza emprendido por Lula, quien esta semana cesó de sus funciones a 38 integrantes del Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia; así como a 46 soldados responsables del resguardo del Palacio de Alvorada, una de las residencias oficiales.
Sin embargo, los analistas políticos consideran que esta ‘purga’ al interior de las Fuerzas Armadas no cambiará la relación de Lula con los militares, pues muchos de ellos no iban a conservar sus cargos de todos modos; además de que los altos mandos siguen teniendo influencia en las designaciones.
Esta medida llega tras los incidentes del 8 de enero, en la que una multitud de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro -huido días antes de concluir su cargo- tomó por asalto las calles de Brasilia, irrumpiendo en la sede del Poder Legislativo y en residencias como el Palacio de Plantalto.
Con información de La Jornada y BBC.
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