La fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, presumió el más grande decomiso de drogas vinculadas a un cártel en la historia de su país; sin embargo, esta cantidad es considerablemente inferior a la incautada por México.
En conferencia de prensa, la funcionaria señaló que una operación conjunta entre la Agencia de Control de Drogas (DEA) y todos los niveles de gobierno dio como resultado la incautación de 11.5 kilos de pastillas de fentanilo, que equivalen aproximadamente a 3 millones de dosis.
Bondi asegura que se trata de la mayor cantidad incautada en la historia de la Unión Americana, e incluso calificó estas cifras como ‘impresionantes’ aunque palidecen con el decomiso llevado a cabo por el gobierno de México en Sonora en diciembre pasado, cuando se aseguró más de 20 millones de dosis, es decir, una tonelada de drogas.
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Adicionalmente, el gobierno de México también detuvo ese mismo día a dos individuos que portaban dos kilogramos de pastillas de fentanilo -una quinta parte del ‘histórico’ decomiso de Estados Unidos- y el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, estimó el valor económico del aseguramiento en 400 millones de dólares.
Bondi también confirmó que este cargamento de droga pertenecía al Cártel de Sinaloa e identificó a uno de los dieciséis detenidos como Alberto Salazar Amaya, quien presuntamente dirigía una célula de dicha organización en Salem, Oregon; aunque los decomisos ocurrieron en lugares tan lejanos como Nuevo México, Arizona y Utah.
Con información de DW en Español y The New York Times.
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