A unas semanas de celebrar las elecciones intermedias en Estados Unidos, el Partido Demócrata toma como bandera electoral el derecho al aborto, una de las mayores polémicas que enfrentó el país en meses pasados.
A través de su cuenta de Twitter, el presidente Joe Biden invitó a los votantes a colaborar para que los liberales mantengan el control tanto de la Cámara de Representantes como del Senado en los comicios que se celebrarán el 8 de noviembre y que definirán en gran medida el rumbo de su mandato.
El mandatario prometió que, de conseguir la mayoría en ambas cámaras del Congreso, su primera acción será enviar una propuesta para tipificar el caso Roe vs Wade y, una vez que el Poder Legislativo la apruebe, firmará la nueva ley en enero de 2023.
Roe vs Wade, antecedente en favor del aborto
Roe vs Wade es un caso juzgado por la Corte Suprema estadounidense en 1973, en el que -por siete votos contra dos- determinó que la Constitución garantiza para todos los ciudadanos el derecho a la intimidad, el cual incluye el derecho de las mujeres para practicar la interrupción del embarazo.
El fallo sirvió como jurisprudencia para otros casos hasta junio de 2022, cuando los actuales ministros -una mayoría arrolladoramente conservadora impuesta por Donald Trump- revirtieron la determinación, bajo el argumento de que este derecho no formaba parte de la tradición legal del país cuando se aprobó la Clausula del Debido Proceso en 1868.
Panorama cuesta arriba
Esta es la primera vez en todo el proceso electoral en que los líderes del Partido Demócrata expresan el derecho a decidir como uno de los pilares de su campaña, pues los principales temas para la mayoría de los votantes son el estado de la economía y la inflación.
Incluso si consiguieran mantener el control de ambas cámaras, los ‘mulos’ enfrentarían numerosas dificultades para convertir a Roe vs Wade en ley, incluyendo la práctica conocida como obstruccionismo (fillibuster), la cual permite bloquear iniciativas si no tienen el apoyo del 60 por ciento del Senado.
La segunda dificultad es que dos de sus propios legisladores han manifestado su oposición a terminar con dicha práctica: Kirsten Sinema (Arizona) y Joe Manchin (West Virgnina). La primera asegura que está en contra de terminar con el obstruccionismo para evitar que los republicanos anulen iniciativas en favor del derecho al aborto.
Con información de Once Noticias Digital.
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