Tiendas y plataformas digitales en China enfrentan una escasez de sal marina, luego de que millones de personas agotaron las existencias por temor al vaciado de aguas residuales de la planta nuclear de Fukushima al Océano Pacífico.
Diversos medios chinos e internacionales compartieron imágenes de las tiendas de autoservicio de la nación asiática, en donde los compradores incurrieron en compras de pánico tras el anuncio de que Japón comenzará a expulsar las aguas residuales del accidente nuclear ocurrido como consecuencia del devastador terremoto de marzo de 2011.
El tsunami provocado por el terremoto de 9.1 grados Richter inundó los reactores de emergencia, cortando el suministro de refrigerante de los reactores y generando tres fusiones de núcleo y tres explosiones.
La Tokyo Electric Power Company (TEPCO), propietaria de la planta nuclear, anunció el jueves que comenzará a liberar hasta 7 mil 800 pies cúbicos de aguas residuales de las instalaciones de Fukushima, operación que -estiman- se extenderá durante unos diecisiete días.
La descarga de estos líquidos en las aguas del Océano Pacífico provocó reacciones tanto en China como en Corea del Sur, los dos países más cercanos a Japón. Ante el pánico en las tiendas, organismos gubernamentales chinos aseguraron que la producción nacional de sal marina es suficiente para satisfacer las necesidades del mercado.
Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores protestó por la decisión de iniciar el vaciado nuclear y el servicio de Aduanas prohibió la importación de todos los productos marinos japoneses. El gobierno surcoreano, por su parte, llamó a los pescadores a no hacer caso de rumores falsos sobre una probable contaminación y pidió atender a los canales oficiales de comunicación.