La sección Quién es Quién en las mentiras de la semana exhibió las pruebas de que el columnista Salvador García Soto (El Universal) acusó falsamente a la Secretaría de Educación Pública (SPE) de haber adquirido un millón de cubrebocas KN95 a un costo de 90 pesos por pieza.
En su columna Serpientes y Escaleras del pasado martes, el editorialista afirmaba haber tenido acceso a un contrato firmado por Azucena Pimentel Mendoza, titular de la sección de contenidos digitales @prendeMX, de haber autorizado la adquisición de este material de uso médico por un precio de 90 millones de pesos, en la modalidad de adjudicación directa.
Esa información fue descartada por la titular del ‘Quién es Quién’, Ana Elizabeth García Vilchis, quien señaló –durante la conferencia de prensa matutina del presidente de este miércoles- que el presunto contrato es apócrifo y formó parte de un intento de extorsión contra la SEP en septiembre del año pasado.
Reafirmamos lo dicho hoy en la sección:
El señor @SGarciaSoto faltó a la verdad al decir que @aprende_mx compró cubrebocas de 90 pesos cada uno.
El documento exhibido hoy por el columnista de @El_Universal_Mx es apócrifo y las firmas falsas. pic.twitter.com/NAwEBIUsTK— Quién es Quién en las Mentiras de la Semana (@QEQMentiras) March 17, 2022
Tras haber sido señalado públicamente, García Soto volvió a la carga, exhibiendo algunas de las copias del convenio, incluyendo la página final, que incluye la supuesta firma de Pimentel. Además, exigió saber los motivos por los que no se hizo público que la propia dependencia había detectado un intento de fraude.
A través de su cuenta oficial en redes sociales, la polémica sección de las ‘mañaneras’ respondió reiterando lo que ya García Vilchis ya había informado durante su encuentro con los medios y respondió a la exigencia del columnista, señalando que se presentaron dos actas para reportar la extorsión, pero que no se hicieron públicos para atender los protocolos y garantizar el debido proceso.
Sin embargo, la cereza del pastel fue la demostración de que el documento presentado por García Soto fue falso, pues se anexó una fotografía de la verdadera firma de Azucena Pimentel comparada con la que aparece en el presunto contrato, las cuales no tienen ninguna relación entre sí.
Imagen: Las Noticias