La empresa automotriz Stellantis suspenderá temporalmente su producción en México y Canadá tras la entrada en vigor de los aranceles impuestos a ese sector por el gobierno de Donald Trump.
A través de un comunicado, la multinacional informó a sus trabajadores que su participación en el mercado automotor se incrementó en meses consecutivos desde enero y las marcas Jeep y Ram registraron sus mayores ventas en el sector minorista durante el pasado mes de marzo.
Sin embargo, tras la entrada en vigor de las tarifas económicas decretadas por Estados Unidos en meses pasados, Stellantis decidió detener momentáneamente la producción en algunas de sus fábricas de ensamblaje en México y Canadá, situación que también afectará operaciones complementarias en la Unión Americana.

La decisión del conglomerado propietario de marcas como Chrysler, Jeep, Fiat, Citröen y Peugeot podría representar un duro golpe para la economía de nuestro país, pues la suspensión temporal de actividades implica despidos de personal, recorte de turnos, pérdidas para proveedores y retrasos en la exportación de los vehículos.
De mantenerse esta situación, las consecuencias pordrían resultar aún más devastadoras, pues Stellantis y otras empresas podrían reevaluar sus inversiones en México, país que en los últimos años se convirtió en una potencia en el sector automotriz, ramo que representa aproximadamente el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
A principios de marzo, Trump anunció aranceles de hasta el 25 por ciento contra vehículos fabricados en otros países de Norteamérica; sin embargo, se echó para atrás tras una reunión con representantes de Ford, General Motors y Stellantis, los ‘Tres Grandes’ de la industria.
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