Este domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó una gira de trabajo por el estado de Tamaulipas, en donde inauguró diversas obras del gobierno federal. Ahí también se reunió con el gobernador de dicha entidad, Francisco García Cabeza de Vaca, con quien dejó en claro que no tiene una buena relación.
Durante su encuentro con el mandatario estatal, se dio cita una gran multitud de personas, las cuales se enfrentaron en una ‘guerra de porras’ entre sus seguidores y un grupo de detractores; motivo por el cual tomó la determinación de reducir su participación a solo cuatro minutos, para evitar que aumentara la aglomeración de gente.
Sin embargo, a lo largo del fin de semana, las redes sociales dieron a conocer que la administración del panista, en conjunto con algunos gobiernos municipales, ya estaba planeando llevar grupos de personas con la intención de ‘reventar’ el evento de López Obrador, poniendo incluso vehículos oficiales a su disposición para este fin.
De acuerdo con una publicación que apareció el viernes por la tarde en la página de Facebook ‘Lo Bizarro de la Política’, el Ayuntamiento de San Fernando ya estaba planteando la posibilidad de llevar a funcionarios de los dos niveles locales de gobierno (estatal y municipal) hasta Nuevo Laredo para acudir al informe del tabasqueño.
En otras páginas de la misma plataforma digital se compartieron imágenes de los transportes utilizados para ‘acarrear’ a los trabajadores de gobierno; además, se denunció que estos habían sido obligados a participar en la protesta contra el presidente, bajo amenazas de perder sus empleos si se negaban a hacerlo.
Otras páginas más acusaron tanto a García Cabeza de Vaca como al edil de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuéllar (también del PAN) no solo de intentar sabotear el evento del mandatario, sino de poner en riesgo la salud de los funcionarios, pues no existieron medidas de sano distanciamiento; agregando que, al igual que en el caso de San Fernando, los asistentes fueron chantajeados.
Este lunes, durante su conferencia de prensa matutina, el propio López Obrador habló sobre lo ocurrido en la localidad fronteriza, denunciando que, en efecto, estas protestas fueron organizadas por sus adversarios políticos. También afirmó que al pueblo ‘le cuesta trabajo insultarme’.
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