Edgardo Flores Campbell, el auditor que ignoró los nexos de Genaro García Luna con el crimen organizado durante el sexenio de Felipe Calderón, reapareció como titular del órgano ciudadano de seguridad pública de Tijuana.
El pasado 17 de marzo, el abogado originario de Baja California rindió protesta como el director general del Comité Ciudadano de Seguridad Pública (CCSP), organismo de vigilancia establecido por la administración de Montserrat Caballero Ramírez (Morena), presidenta municipal del municipio fronterizo.
En la administración de Calderón, Flores Campbell fungió como titular del Órgano Interno de Control (OIC) de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que encabezaba García Luna, en donde ignoró las numerosas irregularidades cometidas por el ‘súper policía’ y sus colaboradores más cercanos.
Entre otras cosas, permitió la contratación de cientos de elementos que contaban con antecedentes criminales en la Procuraduría General de la República (PGR), los organismos estatales o la Sedena; así como de aquellos que reprobaron los controles de confianza, como acreditó la entonces directora de esa sección, Gabriela Peláez Arceo.
En 2010, el mandatario -de quien decía ser un gran amigo- reubicó a Flores Campbell en la dirección de Contrainteligencia del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), en donde tampoco detectó los nexos entre el crimen organizado y García Luna, quien espera sentencia -por narcotráfico- en Estados Unidos.
Sin embargo, el final del calderonismo no detuvo al auditor, quien pasó a la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal en el sexenio de Enrique Peña Nieto, quien devolvió el control de dicha dependencia a la Secretaría de Gobernación con la que García Luna hizo millonarios negocios en esa época.
Con información de Sin Embargo.
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