Tras la polémica generada por su probable candidatura, el obispo emérito de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, finalmente descartó contender por una diputación local en el Estado de México, pese a haber sido presentado en conferencia de prensa unas horas antes por parte del partido Fuerza Por México.
De acuerdo con el periodista Carlos Marín, de Milenio, el religioso se habría retractado de sus intenciones políticas durante el transcurso del lunes, afirmando que ‘no cambiaría ser obispo por un plato de lentejas’ y que ‘sería una pendejada’ renunciar a su ministerio por tres años cuando este le permite ‘administrar los activos de Israel’ en el Cielo.
El reporte vino unas horas después del evento de presentación de Cepeda, el cual tuvo lugar en un hotel de la Ciudad de México y no en Ecatepec, como estaba previsto inicialmente. Ahí, Cepeda aseguró que su motivación para saltar al mundo de la política son los ‘pendejos’ que gobiernan, de los cuales ya está harto.
Posteriormente, hizo una controversial declaración en la que afirmó que todos los políticos roban, pero que él ‘espera no robar nada’; muy similar a la frase que emitió durante la contienda presidencial de 2012, en la que pidió que el candidato que ganara –a la postre Enrique Peña Nieto- ‘robara poquito’.
"Espero no robar nada", dijo Onésimo Cepeda.
El exobispo informó que un grupo de abogados especialistas analiza si puede ser candidato plurinominal a una diputación local por el Distrito 21 en #Ecatepec pic.twitter.com/YU44zW5kpn
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) April 5, 2021
Parte del revuelo causado por el anuncio de que Onésimo Cepeda buscaría una candidatura fueron las dudas sobre la validez constitucional de sus intenciones, ya que la Carta Magna contiene una serie de artículos que limitan y regulan la participación de personas vinculadas a la religión en el servicio público.
El primer impedimento legal para las aspiraciones del prelado es el hecho de que la Constitución prohíbe que ministros en activo participen en la vida política del país y, hasta la actualización del pasado 2 de abril, Cepeda aún aparecía con ese estatus en el Directorio de Ministros de Culto de la Secretaría de Gobernación.
La Ley Fundamental también establece que, para que un religioso pueda acceder como empleado del servicio público debe haber un tiempo de espera de tres años desde su retiro de la vida clerical, mientras que para contender por un cargo de elección popular el periodo se extiende a cinco años. El exobispo no cumplía con ninguno de estos requisitos.
Finalmente, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado en el que se deslindó de las aspiraciones políticas de Onésimo Cepeda. La organización señaló que, pese a que actualmente no tiene un encargo, el sacerdote sigue rigiéndose por el Derecho Canónico, el cual establece varias normas que impiden que un clérigo desempeñe funciones de servidor público.
Con información de Sin Embargo.
Imagen: Aristegui Noticias