El todavía presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, agradeció los casi quince años de servicio de Edmundo Jacobo Molina, quien ayer renunció al cargo de secretario ejecutivo que ostentaba desde 2008.
A través de su cuenta de Twitter, el aún funcionario destacó la ‘congruencia, profesionalismo y sentido de la responsabilidad’ de su colaborador tras anunciar en conferencia de prensa su salida del organismo electoral, presumiendo las dos veces –una de forma ilegal– en que propuso su continuidad en el cargo.
En el resto del hilo, Córdova simplemente repite los motivos que Jacobo ofreció a los medios este martes para abandonar el cargo luego de acudir ante los principales tribunales del país para defender el cargo que mantiene desde hace tres lustros, alegando una presunta inconstitucionalidad del ‘plan B’ de reforma electoral.
Entre estos se encuentran que la presión por parte del gobierno lo ‘obligó’ a abandonar su tradicional discreción con la que opera las decisiones del Consejo General para defender la estructura electoral y que esta exposición ‘no deseada’ impide que pueda continuar con sus labores.
Al igual que Jacobo, Córdova Vianello asegura que la batalla jurídica emprendida por su ‘mano derecha’ no tenía que ver con defender un cargo público, sino la autonomía del INE, pues consideran que el Poder Legislativo invadió las facultades del organismo al determinar su destitución.
Unas horas antes de la conferencia de prensa, el diputado Hamlet García Almaguer destacó en una sesión de comisiones que, de acuerdo con el informe del contralor del Organo Interno de Control del INE, el 58 por ciento de las contrataciones aprobadas por Edmundo Jacobo presentaban irregularidades.
