El cúmulo de evidencias que ha salido a la luz durante los últimos días, que involucra a algunos de los principales colaboradores de Felipe Calderón con el tráfico de drogas y armas ilegales, debilita cada vez más la postura del exmandatario, quien ha negado categóricamente estar al tanto de estos hechos.
Una parte sustancial en el desarrollo de estas revelaciones ha sido aportada por un grupo de mujeres periodistas quienes, desde sus trincheras, han ampliado la información que evidencia la implicación de Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora con operaciones ilegales que resultaron en miles de asesinatos en México.
En este pequeño pero destacado grupo podemos encontrar a la autora argentina Olga Wornat, así como a las periodistas mexicanas Anabel Hernández, Lydia Cacho, Dolia Estévez y Guadalupe Lizárraga, quienes han investigado las relaciones de los principales funcionarios de seguridad del exmandatario con el crimen organizado y otros grupos de poder.
La primera es conocida por la extensa cobertura que ha dado al fenómeno del narcotráfico en México, el cual ha dado como resultado publicaciones como Los Señores del Narco y El Traidor, en los que ya se avisaba sobre la relación entre el principal comandante de la ‘Guerra contra el Narcotráfico’ y los grupos que debía combatir.
https://twitter.com/abrahamendieta/status/1259249516525563909
En el caso de Wornat, su libro Felipe El Oscuro pretendía explorar la relación entre Calderón y el entonces titular de la SSP, así como los vínculos entre este último y el Cártel de Sinaloa, hecho por el cual enfrenta un juicio en Estados Unidos. Sin embargo, la escritora argentina y su equipo fueron amenazados, tuvieron que salir del país y el proyecto se suspendió, pero será retomado próximamente.
A los amigues mexicanos que me preguntan si se publica el libro #FelipeElOscuro, censurado x @FelipeCalderon y su banda de satrapas y criminales, les doy la noticia q pronto mi trabajo vera la luz. Gracias por su apoyo y solidaridad
— olga wornat (@owornat) May 12, 2020
La semana pasada, Wornat volvió a México y confirmó que existe evidencia audiovisual de García Luna recibiendo dinero de organizaciones criminales, en las cuales se le escucha hablar de Felipe Calderón, a quien se refiere como ‘su jefe. Esto fue confirmado un par de días después por el que fue su asistente para la elaboración del libro, Édgar Monroy.
Tengo mas de 30 años d profesion, 9 libros escritos y uno inedito o censurado, es la palabra correcta. Nunca perdi una demanda d los poderosos y corruptos de turno. Cuando afirmo algo, asi es y tengo pruebas solidas y fuentes solidas. Solo esto… y que tengan un lindo sabado…
— olga wornat (@owornat) May 16, 2020
Por las mismas fechas, Dolia Estévez hizo públicos unos documentos que confirman que Eduardo Medina Mora, primer procurador de Justicia del calderonismo, estaba al tanto de las operaciones de tráfico de armas ilegales coordinadas por el gobierno de Estados Unidos; hecho que el expresidente negó un par de días antes.
https://twitter.com/DoliaEstevez/status/1260959745499893762
Esta correspondencia del Departamento de Justicia de Estados Unidos revela que la fallida Operación Rápido y Furioso (2009-2011) no fue la primera de estas iniciativas, ya que antes estuvo la operación Wide Reciever (2006-2007), de la que el titular de la PGR fue informado por agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF).
https://twitter.com/DoliaEstevez/status/1258803258098954242
En el mismo sentido, la periodista y activista Lydia Cacho, quien sufrió toda clase de amenazas durante los gobiernos del PAN, reveló un estudio publicado por el Centro de Investigaciones del Congreso de Estados Unidos en 2009, acerca de la implementación de la Iniciativa Mérida, la cual financió la lucha antidrogas en América Latina.
Aquí tiene usted @m_ebrard la evidencia documentada desde Washington sobre “Rápido y furioso”. El documento oficial de cómo, por qué y para qué @FelipeCalderon pidió dinero para traer armas que cayeron en manos del narco y asesi Aron a miles de inocentes. #MujeresPeriodistas pic.twitter.com/hnzkWFchFY
— Lydia Cacho (@lydiacachosi) May 13, 2020
Este documento señala no solo el conocimiento que el gobierno mexicano tenía de las operaciones con armas ilegales, sino que da a conocer que este mismo inició un programa similar a comienzos de 2009, unos meses antes de la implementación de ‘Rápido y Furioso’. Cacho también pone en duda la relación entre Calderón y el exguerrillero salvadoreño Joaquín Villalobos.
Guadalupe Lizárraga, por su parte, ha investigado la relación entre Eduardo Medina Mora y otros personajes poderosos de la política mexicana. Los señalamientos en contra del exprocurador y exminsitro de la Suprema Corte han permitido que salgan a flote otros vínculos con figuras de esa época.
A propósito del Cártel de Sinaloa, en 2001, operaba con eficiencia en los organismos del Estado gracias a la negligencia moral y corrupción de "expertos" en Inteligencia nacional. #CalderonSiSabia porque era parte de los compromisos ilegales que se heredaban transexenalmente. pic.twitter.com/hiFDYobNFZ
— Guadalupe Lizarraga (@gpelizarraga) May 14, 2020
La fundadora de Los Ángeles Press es una de las principales investigadoras del ‘Caso Wallace’, en el que la activista Isabel Miranda de Wallace fingió la muerte de su hijo para impulsar su carrera política. La cercanía de esta con Medina Mora le permitió establecer una red de intimidación, tortura y extorsión a su alrededor.
Fragmento de los archivos desclasificados del gobierno de Estados Unidos, en el que Eduardo Medina Mora destacó "el fin" del espionaje político y que "el CISEN no estaba penetrado por narcotraficantes", 27 julio 2001. pic.twitter.com/jAp5a6bTsP
— Guadalupe Lizarraga (@gpelizarraga) May 15, 2020
Uno de los principales defensores de Miranda es el periodista Ricardo Raphael, quien trabajó en el CISEN cuando el exprocurador encabezó dicha dependencia y fue parte de un equipo de trabajo que validó las actividades del centro de inteligencia en el sexenio de Vicente Fox, a pesar de las denuncias en su contra.
Posteriormente, el ahora presentador de La Octava la contactó para colaborar en la investigación del caso, solo para plagiar su investigación y presentar información sesgada al respecto, hecho que fue denunciado por Lizárraga en 2019.
Respuesta de Ricardo Raphael x pedirle crédito a mis reportajes sobre padre biológico de Hugo Alberto Wallace. Le pedí que no se montara en mi trabajo porque me ponía en riesgo y retrasa libertad de las víctimas. Increíble falta de #HonestidadPeriodística https://t.co/V2pVyDrped pic.twitter.com/StEIBkNw0u
— Guadalupe Lizarraga (@gpelizarraga) May 14, 2019
Finalmente, uno de los pocos varones que han aportado a estas indagatorias es J. Jesús Esquivel, corresponsal en Washington del semanario Proceso. Su entrevista con la exembajadora Roberta Jacobson reencendió las alarmas cuando esta reveló que el gobierno estadounidense estaba al tanto de los rumores sobre García Luna y el crimen organizado.
#Audio de las declaraciones Roberta Jacobson, exembajadora de Estados Unidos en México, sobre el Secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón Hinojosa, Genaro García Luna, acusado y detenido por narcotráfico.https://t.co/nEm02kFKBT
— Proceso (@proceso) May 4, 2020
A pesar de que la diplomática afirmó no haber corroborado estos reportes, afirmó que la información procedía de agencias mexicanas de seguridad y señaló que sería ingenuo pensar que Calderón no estaba al tanto de ello cuando el gobierno de Estados Unidos sí lo sabía.
Imagen: ESPECIAL