La indignación por el homicidio de Carlos Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan, llegó al grado en el que manifestantes prendieron fuego al Palacio de Gobierno de Morelia; mientras que los estudiantes de Michoacán llaman a la paz.
El pasado sábado, el edil -independiente, pero con pasado en Morena- perdió la vida durante una ceremonia pública por el Día de Muertos, cuando un sujeto abrió fuego en numerosas ocasiones, hiriéndolo a él, a uno de sus escoltas y a un regidor. El equipo de seguridad abatió en el lugar al perpetrador, pero la atención que recibió fue insuficiente.
Esto desato la indignación del pueblo michoacano, que este domingo salió a las calles para mostrar su rechazo a este crimen; sin embargo, los ánimos escalaron conforme se acercaban al Palacio de Gobierno, prendiendo fuego en uno de sus accesos mientras clamaban por justicia y seguridad.
Estudiantes de diversas instituciones públicas y privadas del estado llamaron este lunes a una segunda manifestación por la paz en Michoacán, la cual comenzó en la Plaza del Caballito a las 12:30 de la tarde de hoy, en la cual rechazaron la participación de partidos políticos o funcionarios públicos.

Sin embargo, el homicidio de Carlos Manzo no fue el único incidente de violencia que se vivió en la entidad este fin de semana, pues también se confirmó la desaparición del exalcalde de Zinapécuaro, Alejandro Correa Flores; así como un enfrentamiento armado en la carretera Apatzingan-Buenavista.
Michoacán, el dolor de cabeza de todas las administraciones
Michoacán es uno de los estados más afectados por la violencia generada por el crimen organizado desde hace casi dos décadas. Cabe recordar que fue precisamente en Apatzingan en donde Felipe Calderón Hinojosa dio el banderazo de salida a su ‘Guerra contra el Narcotráfico’, cuyos efectos aún se sienten en todo el país.
Por su parte, el gobierno de Enrique Peña Nieto intentó controlar a los grupos de autodefensa que se formaron para hacerle frente a los cárteles, propiciando el fortalecimiento y la expansión de estos; mientras que en el sexenio anterior incrementaron su poder al diversificar sus operaciones.
La situación es particularmente apremiante en la región de Tierra Caliente, en donde grupos delincuenciales como el Cártel Jalisco Nueva Generación o Los Viagras extorsionan a los productores de limón y aguacate e incluso se lanzaron en contra de activistas por el medio ambiente como Homero Gómez.
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