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Guadalupe Lizárraga analiza las relaciones entre críticos de AMLO y gobiernos del PRI y del PAN

Hace dos semanas, la periodista Guadalupe Lizárraga recuperó un documento del sexenio de Vicente Fox, en el que un grupo de investigadores afirmaron que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) no fue infiltrado por el narcotráfico en la época de Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna. Muchos de los participantes son actuales críticos de Andrés Manuel López Obrador.

Ahora, la directora de Los Angeles Press publicó en su cuenta de Twitter un diagrama que muestra que varios de estos investigadores, intelectuales y líderes de opinión han estado vinculados con los grupos tradicionales de poder al menos desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

A través de una línea de tiempo, Lizárraga revela que, en el periodo del priista, personajes como las activistas Isabel Miranda de Wallace, Rosa María de la Garza de Orozco (Rosi Orozco), el ya mencionado Medina Mora y el académico Sergio Aguayo iniciaron empresas o asociaciones cívicas sin tener antecedentes de contar con una riqueza propia y en medio del colapso económico del país.

Posteriormente, durante la presidencia de Ernesto Zedillo, acusa a otro de los firmantes del CISEN, el periodista Ricardo Raphael de la Madrid, de infiltrar a organizaciones de izquierda, al convertirse en secretario general del partido Democracia Social, fundado por el activista Gilberto Rincón Gallardo.

Ya en el gobierno de Vicente Fox, muestra a los que validaron las actividades del CISEN, a pesar de que ya existían rumores sobre la relación de García Luna con el narcotráfico. Además, revela que tres de los integrantes de dicha comisión –Aguayo, Raphael y Guadalupe Morfín- se unieron al partido político México Posible, encabezado por la excandidata presidencial Patricia Mercado.

En una segunda publicación, la investigadora habla sobre los rumores que ubican a Aguayo Quezada como agente de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA). En 2007, el académico tapatío ganó una demanda por difamación ante la Suprema Corte de Justicia (SCJN), a causa de una presunta campaña de desprestigio.

Sin embargo, las fuentes de financiamiento para el años 2003 de su organización civil Alianza Cívica muestran que el National Endowment for Democracy, organización que ha sido vinculada a la CIA, aportó casi un tercio de sus ingresos totales (841 mil pesos); mientras que el Instituto Federal Electoral (IFE, ahora INE) aportó otros 300 mil pesos.

Esto es de llamar la atención debido a que, entre los firmantes de la evaluación al CISEN se encontraban la socióloga Jacqueline Peschard, quien fungía como consejera electoral en 2003; así como José Ramón Cossío Díaz, quien ya fungía como ministro de la SCJN cuando Aguayo ganó la demanda por difamación en 2007.

Actualmente, Sergio Aguayo y Ricardo Raphael ofrecen cursos sobre política, periodismo y seguridad a través de la plataforma digital Polimatía; junto con el historiador Lorenzo Meyer y la socióloga Denise Dresser, otra notoria opositora de López Obrador y, al igual que el primero, panelista habitual en el noticiero de Carmen Aristegui.

Imagen: ESPECIAL

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