Una de las cuestiones de sostenibilidad ambiental más importantes pasa por el tema de la alimentación. La producción y el consumo actuales no solo afectan al planeta, sino que la forma en la que nos nutrimos también afecta nuestra salud. Por ello, la comunidad científica ya se plantea el diseño de la ‘dieta del futuro’.
Esta nueva forma de alimentación contempla cambios radicales en lo que se refiere a la proteína de origen animal, ya que contempla cantidades mínimas de carnes rojas e incrementa un poco el consumo de carnes blancas y pescado. Por el contrario, frutas, vegetales y nueces se convertirán en la base alimentaria.
Pero si algo no está previsto en esta nueva forma de entender la nutrición es el consumo de alimentos ultraprocesados, con cantidades excesivas de azúcares. Sin embargo, este objetivo aún se encuentra lejos para un país como México, en el cual, cada ciudadano consume más de 200 kilogramos de este tipo de alimentos al año.
"Los alimentos procesados causan #obesidad y la obesidad es una epidemia que esta matando a la población", @FaoPohl#México es el país número 1 en consumo de alimentos procesados y ultraprocesados en
#AméricaLatinayCaribe#DíaMundialdelaObesidad#EtiquetadoClaroYa pic.twitter.com/1TN08BusRK— FAO México (@FAOMexico) March 4, 2020
Este es uno de los promedios más elevados, no solo en la región, sino también a nivel internacional. Comparado con los niveles anuales de consumo de alimentos como frutas (128 kilos), verduras (80kilos), o pescado (solo 13 kilos en promedio); la diferencia es abismal y poco sana.
Las consecuencias obvias de un consumo tan desequilibrada son serias afectaciones a la salud: diabetes, sobrepeso y obesidad mórbida son algunos de estos ejemplos. Sin embargo, la crisis sanitaria producida por este tipo de alimentación también podría traer funestas consecuencias económicas, pues atender estos problemas podría requerir hasta 5 por ciento del PIB en los próximos años.
Si las situaciones que acarrea el consumo de alimentos utraprocesados son tan dramáticas, entonces ¿por qué las autoridades no hacen algo al respecto? Por desgracia, en un país como el nuestro, los intereses de la industria alimentaria están estrechamente ligados a los de la clase política.
Para muestra un botón: en octubre del año pasado, la Cámara de Diputados determino, de manera casi unánime (452 votos a favor, 0 en contra y 2 abstenciones) rechazar un nuevo etiquetado para estos productos, que alerte a los consumidores sobre los altos niveles de azúcar y sodio que contienen.
Con información de Eme Equis.
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