Este miércoles, la aerolínea Interjet dio a conocer que sus fundadores, Miguel Alemán Velasco y Miguel Áleman Magnani, dejarán de manera definitiva la administración de la misma, la cual quedará en manos de Alejandro del Valle y Carlos Rello.
A través de un comunicado, la compañía informó sobre los últimos movimientos realizados en los cargos ejecutivos de mayor nivel, determinados tras una junta de la Asamblea General de Accionistas. Ahí, se decidió que Del Valle se convertirá en presidente del Consejo de Administración y Rello será el nuevo director general.
En la reunión, el nuevo mandamás de Interjet –quien ya se desempeñaba como presidente ejecutivo desde el mes de julio- se comprometió a cubrir el 90 por ciento del capital social -150 millones de dólares- que había prometido desde su llegada, junto con el polémico empresario Carlos Cabal Peniche, quien, finalmente, desistió de asociarse con la empresa.
El dinero que finalmente inyectará Del Valle servirá para hacer frente a los adeudos que enfrenta la compañía aérea, con proveedores, empleados y hasta con las autoridades fiscales. También se aseguró que buscarán generar un crecimiento que permita retomar sus actividades cotidianas.
De igual manera, se dio a conocer que los descendientes del expresidente Miguel Alemán Valdés dejarán de manera definitiva la compañía y solo conservarán un cargo honorífico en el Consejo, en su calidad de ‘fundadores’ de la misma.
Si bien el 2020 ha sido un año complicado para la economía, el de Interjet podría ser definido como ‘desastroso’, incluso antes del comienzo de la pandemia de COVID-19. Apenas unos días después de que iniciara la aplicación de medidas de distanciamiento social, una flota de 27 aeronaves fue embargada, por lo que se tuvo que proceder a la cancelación de vuelos internacionales.
En abril, fueron confiscados varios inmuebles propiedad de la familia Alemán, incluyendo la sede de la Fundación Miguel Alemán Valdés, en Polanco. Durante los últimos meses, la cancelación de vuelos ha sido una constante, al grado de que la Profeco ha recomendado no entablar relaciones con la empresa.
Las cuentas de la compañía estaban congeladas por las autoridades fiscales desde 2019, por el adeudo del pago de IVA por 549 millones de pesos. Además, desde hace unos meses han dejado de pagar a sus trabajadores, quienes el pasado 3 de noviembre se manifestaron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y, de no ser resueltas sus demandas, podrían irse a huelga este viernes.
Con información de Sin Embargo.
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