El debut de la sección ‘Quién es quién de las mentiras’ es el último episodio en el enfrentamiento entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y un sector de la prensa, integrado por comunicadores y medios de comunicación que, en muchos casos, se vieron beneficiados por los gobiernos anteriores.
Entre los motivos que han propiciado que este conflicto se acrecenté con el paso del tiempo se encuentran el recorte masivo al gasto en comunicación social para los medios masivos –publicidad oficial- y la recaudación fiscal; iniciativas que han afectado a los empresarios del sector informativo.
Tal como lo ilustra un hilo de Twitter elaborado por el periodista Manuel Hernández Borbolla (RT en Español), a los pocos meses de llegar al poder, el mandatario exhibió una lista de los periodistas y medios de comunicación que más dinero recibieron por parte del gobierno federal durante la administración de Enrique Peña Nieto.
Desde mayo de 2019, el presidente exhibió a varios medios, columnistas y comunicadores (me rehúso a llamarlos periodistas) que fueron beneficiados con varios millones en publicidad oficial con Peña, mecanismo que, en la mayoría de casos, es una evolución del 'chayote' de antaño. pic.twitter.com/Fo40bLsx3R
— manuel hernández borbolla (@manuelhborbolla) June 30, 2021
Esto provocó que los ataques de columnistas y presentadores incrementaran con el transcurso de los meses; sin embargo, alcanzó su punto más alto en 2020, cuando la pandemia de COVID-19 y sus efectos sanitarios y económicos propiciaron que la circulación de noticias falsas en medios se incrementara de forma considerable.
Esto también tuvo un impacto en la opinión pública, cuya desconfianza en las noticias que recibe se ha ido incrementando. De acuerdo con el Instituto Reuters, el 43 por ciento de la información compartida por los mexicanos en las redes sociales resultó ser falsa, siendo el segundo país con mayor porcentaje de fake news, solo por detrás de Turquía.
Otro reporte elaborado por la misma institución señaló que, a diferencia de lo que sucedió a nivel mundial, en México se redujo la confianza en la industria de la comunicación, registrando el nivel más bajo (37 por ciento) desde que se realizan estas mediciones. En tan solo cinco años, este indicador ha perdido doce puntos porcentuales.
La participación de grandes medios y opinadores en la infodemia, provocó que, contrario a lo que ocurrió en el resto del mundo, la confianza de los mexicanos en los medios se fuera en picada. Apenas 37% de los mexicanos confían en las noticias.https://t.co/MrZDvA3xTa pic.twitter.com/q5d5J7m3o2
— manuel hernández borbolla (@manuelhborbolla) June 30, 2021
Es en este contexto que se da la sesión inaugural de este ejercicio por parte del gobierno para combatir la ‘infodemia’ promovida desde grupos de poder con intereses en el sector de los medios masivos, cuyos principales portavoces también vieron afectados sus ingresos millonarios desde 2018.
No es casualidad que los dos periodistas más relevantes que fueron exhibidos este miércoles aparezcan en la lista de los que más se enriquecieron en el sexenio anterior: Joaquín López-Dóriga fue el periodista más beneficiado, al recibir hasta 250 millones de pesos a través de cuatro empresas.
Raymundo Riva Palacio –quien fue señalado por iniciar dos noticias falsas durante los últimos días- se hizo de la nada despreciable cantidad de 31 millones de pesos a cambio de anunciar los programas gubernamentales en las publicaciones en las que participa.
Otro columnista que fue mencionado durante la mañanera de hoy fue Salvador García Soto, de El Universal, quien por si solo apenas recibió 412 mil pesos de la administración Peña Nieto. Sin embargo, la empresa Commercial Media Bizcom, en la que participaba junto a figuras como Francisco Garfias o Daniel Moreno, se llevó 37.6 millones en el sexenio anterior.
Sin embargo, Hernández Borbolla acusa que tampoco se han realizado cambios estructurales significativos desde el gobierno de López Obrador; pues si bien las cantidades de dinero que se invertían se redujeron sustancialmente, aún se entregan cantidades millonarias a grandes consorcios televisivos y gráficos.
Imagen: ESPECIAL
