Antes de su salida del penal del Altiplano este miércoles por la madrugada, las autoridades federales intentaron que el exgobernador de Puebla Mario Marín Torres se mantuviera bajo custodia.
Desde que el pasado sábado se informó sobre la determinación del Poder Judicial para que el exmandatario priista continúe bajo arresto domiciliario su proceso penal por tortura contra Lydia Cacho, diversos medios de comunicación a nivel nacional afirmaban que ya se encontraba en su domicilio de Puebla.
El martes por la tarde, The México News publicó una nota en la que informó que medios como Milenio ofrecían información errónea sobre el caso del priista, pues fuentes cercanas al proceso confirmaron que aún seguía en Almoloya de Juárez a la espera de la colocación del brazalete electrónico.
Unos minutos más tarde, la revista Chilango confirmó nuestro informe sobre el estatus de Marín, pues publicaron un documento de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en el que informaban a las autoridades penitenciarias que aún investigaban la existencia de posibles causas pendientes que permitieran que el exgobernante se mantuviera en prisión.
Al mismo tiempo, en la ciudad de Puebla, se observó la entrada y salida de personal realizando instalaciones en el fraccionamiento que Mario Marín ofreció como su domicilio legal y en el que continuará su proceso penal por el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho en diciembre de 2005.
Finalmente, la salida del exgobernador poblano del penal de máxima seguridad del Altiplano ocurrió pocos minutos después de la medianoche de este miércoles, con un operativo de la Guardia Nacional que trasladó al imputado hacia la Angelópolis.
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