La revisión de la Cuenta Pública 2019 –primer ejercicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador- reveló que la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) tuvo un sobrecosto del 231 por ciento de lo que había asegurado el mandatario.
Sin embargo, el análisis no puede quedarse tan solo en las cifras totales, sino que hay que realizar una interpretación más a fondo de lo que esto representa. Esta idea fue compartida por Mario Campa, experto en políticas económicas egresado del ITAM y la Universidad de Columbia.
A través de su cuenta de Twitter, el analista señaló que, en primer lugar, el costo financiero del proyecto –que representa la mitad del gasto erogado hasta el momento- se financiaba con el fideicomiso del mismo nombre, el cual fue eliminado y cuyos recursos, por lo tanto, se reintegraron a la Federación.
Los informes de la ASF son útiles, pero hay que interpretar la información correctamente.
1) El costo financiero del NAICM sale principalmente del fideicomiso ad hoc (i.e., se regresa).
2) Los bonos en circulación se iban a pagar con TUA, que seguirá entrando en Santa Lucía.. pic.twitter.com/vluQBGxaG7— Mario Campa (@mario_campa) February 22, 2021
En una segunda instancia, Campa apunta que los bonos en circulación, que representan la mitad del gasto total de esta medida, con 168 mil 456 millones de pesos, se iban a pagar con la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA). Sin embargo, este impuesto continuará recibiéndose, tanto en el nuevo aeropuerto de Santa Lucía como en el Benito Juárez.
Tanto la recaudación de la TUA como las utilidades que generarán ambas instalaciones eventualmente se hubieran anulado si hubiese continuado la construcción del NAICM. Dado que ninguno de estos dos aeropuertos generarán deuda y tendrán costos operativos más bajos, la operación simultanea de ambos puede cubrir el pago de los bonos ya emitidos.
Otros dos puntos abordados por el académico son que no todo gasto de urbanización puede ser considerado costo hundido o perdido y que una auditoría sería incapaz de revelar los gastos operativos del proyecto cancelado.
Dado que el aeropuerto de Santa Lucía tendría costos operativos más bajos y no tendría deuda (mismo caso del Benito J.), la operación simultánea de ambos puede absorber los bonos en circulación de Texcoco, cuyo flujo ya estaba comprometido de arranque, caso contrario a los otros.
— Mario Campa (@mario_campa) February 22, 2021
De acuerdo con el documento emitido por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), durante el año 2019 se ejercieron 15 mil 971 millones de pesos para cubrir los pagos y compensaciones a los contratistas que vieron cancelados sus contratos con la suspensión de la obra.
Tras once investigaciones, se descubrió que el Grupo Aeroportuario Ciudad de México (GAMC) no pudo acreditar el cumplimiento de seis contratos, con un costo de 471 millones de pesos. Cuatro de estos fueron suscritos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), mientras que los dos restantes fueron para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con información de la Auditoría Superior de la Federación.
Imagen: El País
