El presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, asegura que las grabaciones que han surgido durante las últimas semanas fueron obtenidas por Renato Sales Heredia, fiscal general de Campeche, a quien acusa de robar software de espionaje durante el sexenio anterior.
A través de sus redes sociales, el dirigente tricolor compartió una denuncia presentada ante la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en la que se acusa al funcionario de haber sustraído el programa digital –con valor de 800 millones de pesos- cuando fue comisario nacional de Seguridad en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
‘Alito’ asegura que los audios obtenidos ilegalmente fueron manipulados a través de este software, de la empresa israelí Rafael Advanced Defense Systems, el cual nunca fue entregado a la extinta Policía Federal para la prevención del delito, siendo responsabilidad del propio Sales la supervisión de las tareas de seguridad pública.
Cinco semanas de audios “publicados” (hechos) por el gobierno y los que faltarán. Inventaron complots, inventaron delitos y ahora audios. pic.twitter.com/6WK3joqZ9X
— Alejandro Moreno (@alitomorenoc) May 25, 2022
El exgobernador de Campeche también aseguró que someterá los polémicos archivos de audio a un peritaje independiente con el fin de demostrar que se trata de una manipulación por parte del gobierno, al cual también acusó de inventar complots y delitos.
Durante las últimas semanas, la actual gobernadora Layda Sansores ha estado compartiendo en sus conferencias semanales parte del material que ya había sido publicado por el periódico La Jornada en junio de 2021, en el que se escucha a Moreno participando en conversaciones que lo vinculan con diversas irregularidades.
Entre estas se encuentran el pago de millones de dólares al publicista Antonio Solá, intentos de extorsión a proveedores del PRI para obtener productos publicitarios gratis, las donaciones del empresario Alejandro Ramírez (Cinépolis) al partido o las invitaciones a personajes cercanos para disponer de un avión particular.
La última de estas grabaciones causó polémica debido a la forma en la que se dirige a la prensa y empresarios de medios, asegurando que a los periodistas ‘no hay que matarlos a balazos, hay que matarlos de hambre’ y asegurando que le daría ‘una verguiza’ (sic.) a aquellos que se pasen de la raya.
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